lunes, 29 de septiembre de 2008

Ataque a ContraPunto



Editorial de ContraPunto/ 29 de septiembre de 2009

SAN SALVADOR – El viernes pasado (26 de septiembre) en horas de la tarde (horario de El Salvador) ContraPunto perdió el acceso en la red cibernética. En un principio creímos que se trataba de algún hecho relacionado con el mal tiempo que impera en Centroamérica o de mantenimientos técnicos en la red.

Luego supimos la verdad por informes que nos enviaron los administradores del hosting donde se encuentra alojado ContraPunto. Se trató de un “ataque” a ContraPunto, así como a otros sitios importantes en la administración de Internet. Aún no sabemos a ciencia cierta nada relacionado con los autores ni los orígenes ni todas las consecuencias de este “ataque”. Pero se está investigando.

De cualquier modo, podemos decir lo siguiente: ContraPunto, pese a su corta edad, se ha convertido en un medio de referencia importante en El Salvador y para todos los salvadoreños dentro y fuera de sus fronteras. Nuestro profesionalismo, honradez y amplitud informativa y analítica nos ha permitido crecer de manera constante, no sólo en lectores, sino en clientes que han contratado espacios publicitarios en nuestra página.

Por lo tanto, quien quiera que sea el autor, origen y motivación de este nuevo ataque -porque es el segundo de gran envergadura en lo que va del año- está victimizando a un medio de prensa plural e independiente, y junto a él está dañando y atacando a todos nuestros lectores y clientes.

Se trata, pues, de un ataque a la libertad de expresión y al derecho de informarse que tienen nuestros visitantes desde los 80 países donde tenemos registro.

Condenamos este ataque enérgicamente y manifestamos también que nos mantendremos firme en nuestro derecho y nuestro deber de informar con toda libertad y amplitud acerca de todos los acontecimientos sociales, políticos, económicos y culturales de El Salvador, Centroamérica y todo lo relacionado con sus comunidades en otros confines del mundo.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Los dioses están furiosos

Por Juan José Dalton (ContraPunto)

ANTIGUA GUATEMALA – Descendientes de los fundadores de lo que ahora se conoce como Mesoamérica (región maya), así como de los territorios incas y aztecas, hicieron advertencias desgarradoras para la humanidad por los daños cometidos contra el sagrado elemento llamado agua, precisamente en el Tribunal Latinoamericano del Agua (TLA), que sesionó recién en Guatemala.

Huracanes más arrasadores, caídas de montañas y sequías se nos vendrán encima porque los “dioses están furiosos”, coinciden autoridades indígenas de todos los confines. Científicos y expertos en temas ambientales le llaman al fenómeno “Cambio Climático”, cuyo origen está en la depredación de la Naturaleza.

El líder indígena José Carrillo de la Cruz, de 59 años de edad y originario de los territorios de las comunidades aztecas Wixaritari, viste con orgullo sus atuendos de “mayor de la casa”, encargado de las cosas de los dioses y el patio sagrado, pero aclara que no es sacerdote, a como lo conocemos los “no indígenas”.

El indígena, bautizado en su lengua como Haitemai (Nube Joven), fue uno de los presentes en las audiencias que el Tribunal Latinoamericano del Agua celebró en Antigua Guatemala (del 8 al 12 de septiembre), donde se procesaron y se resolvieron 10 litigios relacionados con el agua en territorios indígenas.

“Nosotros estamos aquí porque tenemos una amenaza en contra del agua que para nosotros es lo sagrado”, explicó Haitemai, quien añadió: “También están amenazados nuestros bosques y nuestras tierras porque allí está el agua”.
“Las grandes empresas internacionales quieren entrar en nuestras tierras y privatizar el agua con fines de mercado. Entonces, en los cuatro puntos cardinales donde las comunidades wixarikas tienen manantiales sagrados, ya no nos permitirían llegar ni obtener el agua para hacer nuestras ceremonias”, apuntó la autoridad indígena.

“Los dioses están molestos, es por eso que hay catástrofes en el mundo: el agua sobre sale del mar, por lo mismo que ya no soporta esa contaminación ni desastres; las tormentas cada vez más se hacen huracanes; en ocasiones se caen los cerros, porque tampoco soportan el daño... Eso es lo que nos dicen los dioses, que busquemos un equilibrio a favor de todo lo que existe. Por eso estamos en esta lucha”, finalizó Haitemai.

El tribunal

El Tribunal Latinoamericano del Agua (TLA), es una organización no gubernamental que tiene su sede en Costa Rica y la dirige Javier Bogantes, quien la fundó hace más de 10 años. Quizá Bogantes nunca de imaginó que su labor llegaría a sentar en el banquillo de los acusados a Estados y a grandes empresas, acusadas de dañar gravemente el agua, de ríos, lagos y hasta la del subsuelo.

Pero las audiencias de este último septiembre se centró únicamente en “territorios indígenas”. “En la última década hay un fuerte impacto y una presión sobre los territorios indígenas ya que ahí se encuentran las mayores riquezas de biodiversidad, minas y los reservorios de agua más importantes”, explica Bogantes.

En contubernios, gobiernos y empresas, apoyándose en “leyes” de que el subsuelo es del Estado o aduciendo los derechos individuales, pretenden despojar a las comunidades indígenas de sus territorios para sacar provechos para el mercado.

Bogantes está contento porque en esta audiencia se presentaron tanto los demandados como demandantes (autoridades gubernamentales, de alcaldías y también de empresas). “Eso significa que se reconoce la jurisdicción del tribunal”, apuntó y agregó que “lo novedoso en esta última audiencia han sido los acuerdos de entendimientos entre los estados y las comunidades indígenas, por ejemplo, en cuatro de los 10 casos presentados”. (Ver Veredictos de la Audiencia en Guatemala, 2008).

El tribunal, que tienen un alto contenido ético y moral, pese a que no es vinculante, está ganando cada vez más credibilidad. Bogantes explica que “si los estados aplicaran realmente las leyes, las convenciones y los tratados internacionales, pues el TLA no tendría razón de existir, sin embargo, las audiencias se han hecho constantes y las denuncias que recibimos son cada vez más abultadas”. En Guatemala se procesaron 10 casos, además se recibieron otras 12 denuncias.

Entre sus jueces, en esta oportunidad estuvieron: Augusto Willemsen, destacado jurista especialista en Derechos Humanos de los pueblos indígenas, quien se desempeñó como funcionario de ONU y como Procurador Adjunto de Derechos Humanos durante más de 20 años, además ejerció el cargo de presidente del jurado del TLA en esta oportunidad; Philippe Texier, magistrado de la Corte Suprema de Justicia de Francia y presidente del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas; Ángel Graña, geógrafo cubano especialista en espeleología que ha participado en múltiples expediciones y proyectos de investigación y Bolívar López Cansuet, subsecretario del Congreso General Kuna de Panamá que ha traducido obras del castellano al kuna y que ha representado oficialmente a la nación kuna en diferentes oportunidades.

Caso salvadoreño no divulgado localmente

El caso salvadoreño procesado en Antigua Guatemala, por el TLA, apenas se conoce localmente, pese a que los demandados por las Comunidades indígenas del cantón de Sisimitepet y Pushtan del Municipio de Nahuizalco son la Presidencia de la República, el Ministerio de Medio Ambiente, el de Salud Pública y Asistencia Social, así como la Alcaldía de Nahuizalco, en Sonsonate. A las audiencias no asistieron representantes de los demandados.

En concreto el TLA resolvió: 1) - Responsabilizar a las autoridades salvadoreñas por su negligencia en atender y resolver la seria contaminación que padece el río Sensunapán que aqueja a las comunidades de Pushtan y Sisimitepet. 2) - Responsabilizar a las autoridades municipales de Nahuizalco por su desentendimiento en atender las necesidades sanitarias y el bienestar de las poblaciones bajo su jurisdicción. 3) - Exhortar a las autoridades salvadoreñas a erradicar las fuentes de contaminación provenientes de las tres empresas agropecuarias, que operan al margen de las normas sanitarias salvadoreñas e internacionales. 4) - Exhortar a las autoridades salvadoreñas a abstenerse de otorgar permisos para la construcción de la represa Sensunapán II, atendiendo los principios 10 y 15 de la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y Desarrollo (1992), del cual El Salvador es signatario. Ver: Veredicto sobre el caso salvadoreño.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Responsables deben juzgarse: Philippe Texier

Por Juan José Dalton (ContraPunto)

ANTIGUA GUATEMALA – El jurista francés Philippe Texier fue en 1991 director de derechos humanos de la Misión de la ONU para El Salvador (ONUSAL), es decir, un año antes de que terminara la guerra civil. Uno de los más grandes expertos internacionales en temas de reconciliación, afirma que “necesariamente” los criminales de lesa humanidad tienen que ser juzgados, pero sobre el caso salvadoreño no es optimista, dado los intereses políticos que prevalecen.

No es fácil entrevistar a Texier: es un magistrado de la Corte Casación de Francia (equivalente a las cortes supremas en Latinoamérica) y director del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, así como miembro en el Tribunal Latinoamericano del Agua, que sesionó la semana pasada en Antigua Guatemala. Ahí lo encontramos, impartiendo justicia en litigios relacionados con conflictos del agua en territorios indígenas.

Las reflexiones de Texier, uno de los protagonistas “in situ” de los acuerdos de paz de 1992, son materia para el debate que en la actualidad se ha generado en El Salvador sobre el tema de la Amnistía General de 1993.

Después de 15 años de proceso de paz en El Salvador, ¿cómo aprecia al país cuando ha regresado?

Bueno, creo que hay que hacer un balance muy matizado. Los acuerdos de paz, hasta cierta forma, fueron un éxito. Se mejoraron las instituciones, por ejemplo, con la creación de la Policía Nacional Civil (PNC), se hicieron reformas constitucionales, además la guerrilla (FMLN) se transformó en partido político y en las elecciones ha tenido ciertos éxitos con la conquista de alcaldías. En el actual período podría tener un chance de llegar a la presidencia. Todos estos aspectos son un éxito.

¿Cuáles serían los aspectos negativos?

Todo lo que tenía que ver con economía, reforma agraria; los temas socioeconómicos no han evolucionado mucho. Y lo que inquieta cuando uno va a El Salvador es el nivel de violencia. Claro, no es el nivel de violencia de antes, no hay guerra, pero hay una delincuencia común que muchas veces está provocada por el hambre y por la justicia social, lo cual es realmente impactante. San Salvador se volvió una ciudad muy violenta, como otras de América Latina, como Bogotá o México.

La prensa salvadoreña ha publicado recién un informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en el que se dice que El Salvador está entre los cuatro países más violentos del mundo...

Es muy probable. Hay mucha violencia y con una población civil muy armada y eso es un fracaso. Es decir, las causas profundas del conflicto, que tienen que ver con la injusticia social, no han desaparecido.

¿Tendrá esto que ver también con la impunidad?

Claro que sí. Lo grave es que hubo una Comisión de la Verdad; quiere decir que todo lo que se negaba, como las masacres de El Mozote, del Río Sumpúl y otras, que se negaban o se daban explicaciones totalmente inconvenientes, con el Informe de la Comisión de la Verdad se mostró lo que había pasado. Sin embargo, al mismo tiempo que salió el informe se votaron Leyes de Amnistías. Eso quiere decir que hay una impunidad total sobre los hechos más graves: el asesinato de Monseñor Oscar Romero y tantos más. Es muy necesario que después de un conflicto haya perdón, pero también el pueblo necesita justicia y no hubo justicia. Hubo verdad pero no hubo justicia.

En la presente campaña electoral ha resaltado el tema de la Amnistía de 1993. Mientras la comunidad de derechos humanos nacional e internacional, han exigido la abolición de dicha ley, tanto el FMLN como ARENA, aseguran que abolir dicha ley significará “abrir heridas”. ¿Qué piensa de ello?

Es un fenómeno que ocurre muchas veces. Los más convencidos de anular la amnistía son las víctimas, los familiares de las víctimas. No hay que olvidar que el FMLN y ARENA votaron la amnistía hace 15 años. ¿Por qué van a tener que cambiar ahora? Pero no hay que olvidar que el deseo de justicia de la gente es más fuerte que los cálculos políticos. Es lo que ha pasado en Argentina, cuando 20 años después se anularon las leyes de amnistía y finalmente ahora hay muchos generales en procesos. No se si es factible que pase eso en El Salvador, donde lo más probable es que los partidos políticos ganen. Yo no considero que se trate de abrir llagas, sino de dar una consecuencia a lo que ha pasado.

¿Cree que para construir una democracia real habrá que revelar la verdad, llevar juicios y que haya también un perdón social?

Debe haber un perdón, pero los hechos más graves que se asimilan a crímenes de lesa humanidad: tortura sistemática, desapariciones y ejecuciones sumarias, todo eso debe ser juzgado, al menos los principales responsables. Que haya una amnistía para los intermediarios, para gente que estuvo en el movimiento es admisible, pero los responsables tendrían que ser juzgados. Lo más probable es que no pase eso en El Salvador, porque los cálculos políticos serían más fuertes que el afán de justicia de las víctimas.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Condenados al pacto fiscal, dice A. Segovia

Por Juan José Dalton (ContraPunto)

SAN SALVADOR – La película es clara, obvia. El hombre está acorralado y en peligro de morir devorado por los animales salvajes. Está al borde del precipicio, le tiene pánico a la altura; su única salvación es tirarse al despeñadero pero con la suficiente fuerza para caer exactamente en el hilo de agua del caudaloso río al pie de la montaña...


Lo anterior no es una ficción; la humanidad constantemente se enfrenta a desafíos que la ponen entre la vida y la muerte. Se requiere de mente fría y de audacia para salvarse. En la mayoría de los casos se hace Historia. En lo político y en el caso salvadoreño, ¿fue así la decisión de terminar la guerra con un pacto? ¿Será así también llegar al famoso Pacto Fiscal? Nadie mejor que uno de sus artífices para explicarlo: el economista Alex Segovia.


Segovia es el asesor en temas económicos de Mauricio Funes, el candidato presidencial del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), para las elecciones de 2009, las cuales pudiera ganar el domingo 15 de marzo próximo, según lo que hasta el momento indican las encuestas de opinión pública. Pero, lo que Segovia aclara es que “quiera o no y gane quien gane, el Pacto Fiscal se impone”.


¿En qué se basa la reforma fiscal que tienen ustedes como propuesta?

“Hay varias cosas. Primero, por la crisis que ha habido, por la incapacidad del gobierno de llevar adelante una reforma fiscal profunda y ahora con el impacto de la crisis internacional, el próximo gobierno, quiera o no, va a tener que enfrentar el tema fiscal; de lo contrario, vamos a tener una crisis peor, además no se tendría espacio de maniobra para hacer política pública”.


¿Qué quiere decir eso?


“Para ponerlo en términos simples: el próximo gobierno tiene que superar el desafío fiscal porque sino no podrá cumplir sus promesas, ya que se necesitan recursos y en estos momentos el Estado salvadoreño no tiene recursos para iniciar reformas importantes. Pero no sólo eso, tenemos un problema de acumulación de deudas y de pagos pendientes. Y si no se paga caeremos en un “default” –mora- y un problema serio con los organismos internacionales y enviaremos un mensaje pésimo a los inversionistas. Entonces lo que Mauricio Funes propone es que hagamos una reforma fiscal integral”.


¿Qué es lo que eso supone?


“Quiere decir ponernos de acuerdo no sólo en el tema de los ingresos. Eso sería solamente una reforma tributaria. Lo que se necesita es que lleguemos a acuerdos en el tema del gasto, en el tema de la deuda, la descentralización fiscal, la fiscalización y la transparencia. Así, con esos acuerdos, incluidos los ingresos, podremos ir superando los problemas”.


¿Cómo se enfrentaría?


“Lo ha dicho Mauricio. De dos maneras: en el corto plazo, cuando se tomen las riendas del gobierno habrá que tener un programa de emergencia que trate de redistribuir el gasto y ver hasta dónde se pueda redistribuir, y asignarlo a las nuevas prioridades del gobierno. Quiere decir, recortar el gasto superfluo, redireccionar... Desde el mismo inicio se deben mandar señales que impliquen favorecer a la gente más necesitada. Eso es por el lado del gasto. Por el lado de los ingresos una acción frontal para incrementarlos a partir del combate de la evasión, la elusión y el contrabando. Hay estudios que dicen que hay espacios para incrementar los impuestos a través de combatir las diversas formas de evasión o de cerrar los hoyos fiscales. Lo que se necesitará es voluntad política, lo que ha hecho falta en estos años”.


¿Alguna otra acción en el corto plazo?


“Si, claro... Hay que buscar una solución en el tema de la deuda. En el 2011 hay que pagar 653 millones adicionales en pensiones, lo que suma como más de mil millones de dólares que El Salvador definitivamente no va a poder pagar. Esto no se ha resuelto porque no hay consenso de las dos principales fuerzas políticas en el congreso legislativo; no hay consenso sobre el fin y destino del endeudamiento y cómo manejarlo. Hay que hacer acuerdos. Este acuerdo no debería esperar al próximo gobierno sino que hay que hacerlo ya porque estamos en una situación bastante crítica. Si no se resuelve este problema el próximo gobierno encontrará una cartera vacía”.


¿Y el Pacto Fiscal?


“A eso iba. Simultáneamente a esta emergencia se debe convocar a un Pacto Fiscal, para que la sociedad salvadoreña resuelva de una vez por todas este problema: ¿En qué quiere gastar y definir prioridades? ¿Cuánto se quiere gastar en cada área? ¿Cómo vamos a financiar ese gasto? Ya sabemos que el Estado tiene financiamiento de la fuentes internas y de las fuentes externas. En la primera tenemos que ver como se aumentan los ingresos tributarios y en la otra definir la política del endeudamiento externo. Eso es el Pacto Fiscal. En términos simples, que la sociedad se ponga de acuerdo en el origen, destino y en la fiscalización de los recursos públicos”.


¿Sin ese Pacto Fiscal no podemos decir si hay necesidad de incrementar los impuestos?


“Exacto. Por eso cuando me preguntan si el gobierno de Mauricio aumentaría los impuestos, les respondo que es una pregunta que no tiene sentido. Primero habría que preguntarse para qué queremos aumentar los ingresos del Estado. Claro, para pagar y cumplir con lo que dice la Constitución, pero... Pongamos un escenario poco probable: que la sociedad diga que no queremos un Estado grande, que diga: queremos un Estado que gaste poco. Entonces, ¿para qué vamos a aumentar los impuestos? Pero si la sociedad dice: Queremos que el Estado aumente los ingresos para satisfacer necesidades de salud, educación, seguridad...”


Y eso es lo que exige la gente...


“Exactamente. Ahí es cuándo tenemos que discutir. Decimos: queremos gastar en esto y en aquello, entonces es cuando debemos hacer los ejercicios de cuentas. Lo que ha dicho Mauricio es que la apuesta estratégica no es aumentar los impuestos, sino que aumentar los ingresos a través de una reforma administrativa que combata la elusión, la evasión y el contrabando. Todos los estudios dicen que ahí hay un potencial enorme de dinero. Para recuperar ese dinero se necesita voluntad política porque ahí hay privilegios, hay empresas y sectores que posiblemente han tenido compromisos con quienes han gobernado. Pero Mauricio no tiene compromisos con nadie y por lo tanto podemos avanzar. A nosotros los organismos internacionales y empresarios nos cuentan las historias: cómo se evade, quién y cuándo se evade...”


¿Cómo podemos resumir esta parte entonces?


“El planteamiento fiscal tiene: Un programa de emergencia, porque no nos vamos a quedar paralizados esperando que haya acuerdos. La gran lección de Guatemala y de otros países nos dice que el proceso de Pacto Fiscal debe tener fecha de inicio y de terminación porque un gobierno se puede dar el lujo de pasar cinco años discutiendo un Pacto Fiscal. Algunos sectores, como ha sucedido ya en otros países, usan el proceso para darle largas y han paralizado a los gobiernos. Esto se resuelve por medio de la metodología. Entonces, lo primero que tenemos que discutir y llegar a acuerdos es sobre la metodología. Es decir, cada sector llevará sus propuestas; se discutirá si hay garantes o no; cuáles son los temas en agenda... Todo esto es parte del proceso. Si el gobierno de Mauricio logra el Pacto Fiscal, eso será un salto y un avance impresionante para El Salvador y su futuro”.

martes, 2 de septiembre de 2008

Alex Segovia: Cambiar la forma de gobernar




Por Juan José Dalton (ContraPunto)

SAN SALVADOR – Alex Segovia no vivía en El Salvador desde hace algún tiempo. Destacado economista, con estudios en las universidades inglesas de Oxford y Londres, estuvo involucrado en planes de reconciliaciones en Guatemala, Perú y en Colombia. Hoy es el asesor económico de la Campaña de Mauricio Funes y dice que uno de los cambios que éste haría, si gana las elecciones, estaría encaminado a modificar “la forma de gobernar”.

Segovia habla muy claro de las perspectivas de un gobierno encabezado por Funes, al que considera su amigo y con quien comparte las ideas principales de lo que El Salvador necesitaría en caso de triunfar en las elecciones del 18 de marzo de 2009, que sin duda serán trascendentales.


Funes, periodista con más de 30 años de experiencia especialmente en los medios televisivos, escogió a Alex Segovia como su asesor para temas económicos y sociales. Segovia es uno de los artífices del programa de gobierno que recién han asumido Funes y el partido izquierdista FMLN. ¿Pero qué significa el cambio? ¿Hay algo a qué temer? Claro, todos los cambios provocan dudas y temores.


Segovia es un experto en la “mediación”. En sus manos descansarán muchas decisiones de los posibles nuevos gobernantes. Y la palabra clave será la “negociación”, desde su punto de vista. No cabe duda que la “negociación” será también a lo interno del gobierno y del FMLN, partido acostumbrado a las imposiciones y con lastres ideológicos autoritarios. Pero tampoco será fácil frente a una derecha empresarial que ha estado en el gobierno históricamente desde que se fundó la República.


¿De llegar Mauricio a la presidencia cuáles serán los cambios fundamentales que se harían inmediatamente?


“Dos cambios fundamentales: el primero es un cambio en la forma de gobernar. Una cosa que he criticado muchísimo en los gobiernos de ARENA es la forma autoritaria de hacer políticas públicas. Esa forma en la que no se consulta con la gente ni con los sectores afectados; al final las medidas de imponen”.


¿Ejemplo de ello...?


“Hay muchísimos. Desde la dolarización hasta el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Hay medidas fundamentales y de impacto de mediano y largo plazo. Esas medidas deben discutirse porque las implicaciones son sumamente graves. En los últimos 20 años hemos visto una forma de hacer política por imposición, lo cual nos está llevando a que se conviertan en políticas de gobierno y no de Estado. El cambio entonces en este aspecto será radical, porque vamos a dialogar y concertar las medias de política pública”.


Será muy complicado ante la falta de costumbre de concertar...


“Será muy bueno. Aquí hay una crisis acumulada de problemas. A esta crisis se le ha venido una crisis coyuntural derivada de choques externos y en ese sentido, la situación que va encontrar el próximo gobierno es tan complicada que un sector por sí solo no va a poder resolver los problemas de manera seria, a menos que un gobierno se dedique a administrar crisis. Pero si un gobierno quiere hacer cosas distintas necesita concertar y llevar a cabo políticas públicas con gran respaldo social”.


¿Cuál sería el segundo cambio?


“Lo segundo es establecer las prioridades. Para quién gobernar. Mauricio creo que ha sido contundente en decir que va a gobernar para todos los salvadoreños. Ha dicho que a los únicos a los que hay que darles una opción preferencial son a los sectores más pobres y marginados”.


Pero esto siempre se dice...


“Claro, pero ARENA no ha gobernado para los intereses del país, sino en función de élites y grupos, y en ocasión en función de personas”.


¿Cómo va a poder gobernar bien si se afectará a los que han tenido hasta ahora todos los privilegios?


“Precisamente, una de las prioridades será desmantelar la política de privilegios. Esto es una demanda de los mismos empresarios que nos han dado muchos ejemplos. No se trata de quitar los incentivos a los empresarios grandes. No estamos hablando de eso. Sino erradicar esa práctica, dentro del gobierno y fuera de él, de utilizar al Estado para sacar provecho y para tomar ventajas en el mercado frente a otros empresarios”.


Ejemplo...


“Por ejemplo, una licitación del Estado que no se da de manera transparente, sino que se da a un amigo o a un pariente. Esos son privilegios. O ponerle límite a importaciones o exportaciones para beneficiar a una empresa local que tiene nexos con el gobierno. Eso es economía de privilegios”.


¿Pero puede haber acuerdos nacionales en este tema?


“Se puede, hay un ambiente bueno. Recién estuvimos con dos cámaras empresariales y sorprendentemente, en términos positivos, ambas cámaras están proponiendo la necesidad de llegar a pactos nacionales. Lo que pasa que para llegar a ello se necesitan dos condiciones que los gobiernos de ARENA no han tenido. En primer lugar, ser democráticos. Uno está dispuesto a hacer pactos cuando está dispuesto a dialogar, a ceder, tomar en cuenta la opinión de los demás. Pero cuando no se tiene esa convicción y tenés una agenda oculta, los pactos hasta te estorban. Lo otro es poner los intereses nacionales antes de los particulares”.


Siempre habrá conflicto


“Claro, en toda sociedad siempre hay conflictos. Pero ese no es el problema, sino que existan métodos institucionales para redimir esos conflictos. Entonces, hay que crear institucionalidad y una forma metodológica para llegar a acuerdos. Creo que sí se puede. Es más, insisto, los sectores empresariales, profesionales y académicos están pidiendo acuerdos”.


(En próxima entrega Alex Segovia se referirá al tema fiscal)