Artículo de Juan José Dalton
Medio: ContraPunto
Día: 30 de diciembre de 2011
http://www.contrapunto.com.sv/politica-nacionales/gobierno-de-izquierda-en-crisis-por-inseguridad
Información, opinión y análisis / Arte y Cultura / Crítica e Imaginación - El Salvador, Centroamérica
sábado, 31 de diciembre de 2011
viernes, 23 de diciembre de 2011
El Gobierno y la policía de El Salvador discrepan sobre los planes antimaras
Nota de Juan José Dalton
El País, de España
22 de Diciembre de 2011
http://internacional.elpais.com/internacional/2011/12/22/actualidad/1324591890_807505.html
El País, de España
22 de Diciembre de 2011
http://internacional.elpais.com/internacional/2011/12/22/actualidad/1324591890_807505.html
domingo, 18 de diciembre de 2011
La muerte de Héctor Silva, en ContraPunto
Homenaje al amigo y hermano
al compañero fraterno
al luchador incansable
Link:
http://www.contrapunto.com.sv/columnistas/hector-silva-1947-2011-in-memoriam
http://www.contrapunto.com.sv/editorial/izquierdas-sin-lideres
http://www.contrapunto.com.sv/politica-nacionales/hector-silva-arguello-destacado-democrata
http://www.contrapunto.com.sv/politica-entrevistas/hector-silva-nunca-perdio-humildad-ni-tolerancia
viernes, 16 de diciembre de 2011
lunes, 17 de octubre de 2011
Muertos por lluvias en El Salvador
Las cifras fatales este lunes son: 32 muertos; 3 desaparecidos y 20.000 albergados.
Decenas de muertos tras una semana de lluvias torrenciales en Centroamérica
Internacional
EL PAÍS - http://cort.as/1G-U
Decenas de muertos tras una semana de lluvias torrenciales en Centroamérica
Internacional
EL PAÍS - http://cort.as/1G-U
lunes, 10 de octubre de 2011
Violencia en Centroamérica/ Amplio panorama en El País
Centroamérica intenta unirse para luchar contra la violencia sin freno (Internacional-EL PAÍS) -
http://cort.as/1Evj
El Salvador: tantos homicidios como en la guerra civil
(Internacional-EL PAÍS) -
http://cort.as/1Evf
viernes, 7 de octubre de 2011
Artítculo sobre caso jesuitas en El País-España
Por Juan José Dalton
El Salvador deniega otras cinco detenciones del 'caso Ellacuría' - http://cort.as/1Ehu
Foto SJ Ignacio Ellacuría
El Salvador deniega otras cinco detenciones del 'caso Ellacuría' - http://cort.as/1Ehu
Foto SJ Ignacio Ellacuría
miércoles, 5 de octubre de 2011
Boletín del 5 de octubre de 2011
Entérese de lo que nos trae ContraPunto
http://www.contrapunto.com.sv/cgi-bin/dada/mail.cgi/archive/CP/newest/
http://www.contrapunto.com.sv/cgi-bin/dada/mail.cgi/archive/CP/newest/
Homicidios sin freno en El Salvador
Les informo lo siguiente nota en El País, de España:
http://eskup.elpais.com/1317837612-d63186c1ba96ec7b4b76afd7eb28afce
http://eskup.elpais.com/1317837612-d63186c1ba96ec7b4b76afd7eb28afce
martes, 4 de octubre de 2011
jueves, 22 de septiembre de 2011
viernes, 16 de septiembre de 2011
La gloria de los pobres
Juan José Dalton
SAN SALVADOR - El triunfo del equipo salvadoreño del Futbol de Playa parece ser un suero de esperanza en nuestro deporte nacional y en las aspiraciones de una sociedad que quiere prospetidad, desarrollo y libertad, derechos negados por siglos de siglos.
El triunfo ha sorprendido a todos: hasta hace poco el equipo era un grupo marginado, ni siquiera se podría decir que era olvidado porque ni conciencia teníamos que teníamos semejante joya.
Así es como muchos de nuestros talentos están escondidos; no sólo en el deporte, sino en otros rubros de la vida.
"Deberían dar premio de resistencia por ser salvadoreño", dijo un día nuestro poeta Roque Dalton. ¡Está claro!
Un grupo de pobres pescadores, marginados, algunos analfabetas, sencillos hombres de piel curtida desde antes de nacer, le dan gloria a la Patria, sin más interés que el de hacer feliz a los demás.
Así son los pobres: entrega total y sin esperar nada a cambio. Así los millones de pobres salvadoreños obligados a huír de su país por la marginación y la ingratitud, mantienen la economía nacional y engordan a las castas privilegiadas.
Esta es una gran lección para el gobierno, para los empresarios y para la sociedad en general.
Repitiendo a José Martí, no deberíamos olvidad que "el diamante, antes de ser luz, es carbón".
Añoramos el diamante pero despreciamos el carbón que nos mancha las manos de negro.
SAN SALVADOR - El triunfo del equipo salvadoreño del Futbol de Playa parece ser un suero de esperanza en nuestro deporte nacional y en las aspiraciones de una sociedad que quiere prospetidad, desarrollo y libertad, derechos negados por siglos de siglos.
El triunfo ha sorprendido a todos: hasta hace poco el equipo era un grupo marginado, ni siquiera se podría decir que era olvidado porque ni conciencia teníamos que teníamos semejante joya.
Así es como muchos de nuestros talentos están escondidos; no sólo en el deporte, sino en otros rubros de la vida.
"Deberían dar premio de resistencia por ser salvadoreño", dijo un día nuestro poeta Roque Dalton. ¡Está claro!
Un grupo de pobres pescadores, marginados, algunos analfabetas, sencillos hombres de piel curtida desde antes de nacer, le dan gloria a la Patria, sin más interés que el de hacer feliz a los demás.
Así son los pobres: entrega total y sin esperar nada a cambio. Así los millones de pobres salvadoreños obligados a huír de su país por la marginación y la ingratitud, mantienen la economía nacional y engordan a las castas privilegiadas.
Esta es una gran lección para el gobierno, para los empresarios y para la sociedad en general.
Repitiendo a José Martí, no deberíamos olvidad que "el diamante, antes de ser luz, es carbón".
Añoramos el diamante pero despreciamos el carbón que nos mancha las manos de negro.
miércoles, 14 de septiembre de 2011
jueves, 28 de julio de 2011
Mi homenaje a la Rubenia
SAN SALVADOR - En esta foto está la Rubenia, como mirando al Sol... Siempre con sonrisa en el rostro, en el alma.
Flaca y bonita, simpática era Rubenia. Esposa del otro hermano alegre, que era Jacinto; otro sobreviviente.
La conocí como radista en el campamento del Estado Mayor de las FPL en La Montañona. Trabajaba con Roque, mi hermano, a quien le decían William (caido en octubre de 1981).
Eran los encargados de monitorear e interceptar las comunicaciones del Ejército.
Después de la guerra nos vimos en varias ocasiones. Su enfermedad nos acercó más, dado que un grupo de compañeros hicimos lo posible por ayudarle. Es lo menos que podíamos hacer. Mi mamá la atendió cuando estuvo en Cuba, después de una operación que le practicaron para extirparle un tumor celebral.
Esta foto guardará muchos recuerdos para quienes sobrevivimos la guerra. Me la envió Iván Castro, poeta y periodista.
Al lado de Rubenia, a la derecha, está Medardo, Jorge Castro Iraheta, hermano de Iván. Medardo fue un gran combatiente y murió en combate en 1985.
Quizás la vida es cruel; con el paso de los tiempos las fotos van perdiendo las imágenes y los recuerdos se van haciendo humo.
Sólo la profundización de la Historia y a la verdad nos salvará del olvido. Y salvará del olvido a la valerosa y desinteresada juventud que estuvo dispuesta a todo, hasta entregar la vida y las energías por la liberación popular, como lo hicieron Medardo y Rubenia... Aunque Rubenia no cayó en combate, estuvo dispuesta a ello y su lucha por la vida, fue también un combate.
Nuestra hermana Rubenia murió el pasado 25 de julio
Flaca y bonita, simpática era Rubenia. Esposa del otro hermano alegre, que era Jacinto; otro sobreviviente.
La conocí como radista en el campamento del Estado Mayor de las FPL en La Montañona. Trabajaba con Roque, mi hermano, a quien le decían William (caido en octubre de 1981).
Eran los encargados de monitorear e interceptar las comunicaciones del Ejército.
Después de la guerra nos vimos en varias ocasiones. Su enfermedad nos acercó más, dado que un grupo de compañeros hicimos lo posible por ayudarle. Es lo menos que podíamos hacer. Mi mamá la atendió cuando estuvo en Cuba, después de una operación que le practicaron para extirparle un tumor celebral.
Esta foto guardará muchos recuerdos para quienes sobrevivimos la guerra. Me la envió Iván Castro, poeta y periodista.
Al lado de Rubenia, a la derecha, está Medardo, Jorge Castro Iraheta, hermano de Iván. Medardo fue un gran combatiente y murió en combate en 1985.
Quizás la vida es cruel; con el paso de los tiempos las fotos van perdiendo las imágenes y los recuerdos se van haciendo humo.
Sólo la profundización de la Historia y a la verdad nos salvará del olvido. Y salvará del olvido a la valerosa y desinteresada juventud que estuvo dispuesta a todo, hasta entregar la vida y las energías por la liberación popular, como lo hicieron Medardo y Rubenia... Aunque Rubenia no cayó en combate, estuvo dispuesta a ello y su lucha por la vida, fue también un combate.
Nuestra hermana Rubenia murió el pasado 25 de julio
domingo, 10 de julio de 2011
Lucha contra la impunidad/ Caso Dalton/Caso Cabral
SAN SALVADOR - Creo que a alguien le puede o no gustar la poesía de Roque Dalton; puede o no compartir sus ideales; compartir o no su aspiraciones y sueños.
Pero en lo que tenemos que coincidir todos es en el derecho a la justicia por igual.
Y en este caso Roque Dalton es un símbolo de acción y de exigencia contra la impunidad. Ningún crimen debe quedar sin justicia y castigo.
Cuando la familia Dalton llevó el caso de Roque Dalton a la Fiscalía General el 14 de mayo de 2010 dijimos: nuestro objetivo es que nunca más haya un poeta asesinado.
El crimen contra Facuando Cabral nos confirma que no basta con denunciar y condenar los asesinatos; tenemos que obligar a los Estados a eliminar la impunidad, que es la base para que los crímenes se repitan.
Y esta lucha es social, es en defensa de todos. Todos podemos ser víctimas y también victimarios.
¡Atémosle las manos a la violencia!
¡Nunca más un poeta asesinado!
Atte, Juan José Dalton
Lea también: Comunicado de la Fundación Roque Dalton
Pero en lo que tenemos que coincidir todos es en el derecho a la justicia por igual.
Y en este caso Roque Dalton es un símbolo de acción y de exigencia contra la impunidad. Ningún crimen debe quedar sin justicia y castigo.
Cuando la familia Dalton llevó el caso de Roque Dalton a la Fiscalía General el 14 de mayo de 2010 dijimos: nuestro objetivo es que nunca más haya un poeta asesinado.
El crimen contra Facuando Cabral nos confirma que no basta con denunciar y condenar los asesinatos; tenemos que obligar a los Estados a eliminar la impunidad, que es la base para que los crímenes se repitan.
Y esta lucha es social, es en defensa de todos. Todos podemos ser víctimas y también victimarios.
¡Atémosle las manos a la violencia!
¡Nunca más un poeta asesinado!
Atte, Juan José Dalton
Lea también: Comunicado de la Fundación Roque Dalton
jueves, 30 de junio de 2011
La expedición de Silvio Rodríguez a El Salvador
SAN SALVADOR - El 29 de febrero de 2009 (año bisiesto), Silvio Rodríguez cantó en El Salvador por primera vez, en vivo y en directo. Fue una noche llena de emociones.
En lo particular, Silvio rindió homenaje a mi padre y hermano, a quienes dedicó su concierto. Roque Dalton (padre) y Roquito (mi hermano mayor) --ambos sin tumba aún porque sus cuerpos están desaparecidos por la acción de sus victimarios--, estuvieron en espíritu en este recordado y sensible concierto-homenaje.
Lo otro que me impresionó tremendamente fue cuando Silvio cantó "Óleo de una mujer con sombrero". Casi todos los presentes le acompañaron.
Era aquella canción la que "Sebastián", o sea, Carlos "El Tamba" Aragón, cantaba en las montañas de Chalatenango y que muy pocos la entendían, pero escuchaban en silencio y con respeto.
Estaban entonces en aquel memorable concierto, mis muertos, nuestros muertos, cantando con nosotros y junto a Silvio, nuestro amigo y hermano.
(En el concierto estaba prohibido filmar, pero ¿cómo prohibirles algo a los reyes de la clandestinidad y las conspiraciones? Fue una suerte inmensa haber recogido aquellos momentos. Transcribo también la canción con que Silvio abrió el homenaje a El Salvador; más abajo los link de las canciones que estás grabadas y alojadas en Youtube ).
EXPEDICIÓN
Por Elián
Viajamos entre la tormenta,
después de la explosión de Dios.
Cada relámpago nos muestra
fantasmagóricos de amor.
A cada paso se hunde el lodo,
salta un reptil, acechan diez.
Cada segundo es como el cobro
de lo que resultamos ser.
A bordo de esta expedición
va un loco, un albañil,
un nigromante, un ruiseñor
y un beso espadachín.
Nos falta un día, un niño, un don
para sobrevivir.
Primero fuimos los heraldos
llevando buenas del Señor,
pero excedimos su mandato
cargando el peso del dolor.
Hoy somos ángeles caídos
junto al que fuimos a curar.
Temen que a nuestros propios hijos
les enseñemos a volar.
A bordo de esta expedición
va un loco, un albañil,
un nigromante, un ruiseñor
y un beso espadachín.
Nos falta un día, un niño, un don
para sobrevivir.
---
EXPEDICIÓN: Cantada por Silvio en San Salvador (También palabras de homenaje a Roque Dalton y a Roquito)
http://www.youtube.com/watch?v=FMjJ9OUcU9Y&feature=related
OLEO DE UNA MUJER CON SOMBRERO: Silvio en El Salvador
http://www.youtube.com/watch?v=h6Gcqt0Usyc&feature=related
En lo particular, Silvio rindió homenaje a mi padre y hermano, a quienes dedicó su concierto. Roque Dalton (padre) y Roquito (mi hermano mayor) --ambos sin tumba aún porque sus cuerpos están desaparecidos por la acción de sus victimarios--, estuvieron en espíritu en este recordado y sensible concierto-homenaje.
Lo otro que me impresionó tremendamente fue cuando Silvio cantó "Óleo de una mujer con sombrero". Casi todos los presentes le acompañaron.
Era aquella canción la que "Sebastián", o sea, Carlos "El Tamba" Aragón, cantaba en las montañas de Chalatenango y que muy pocos la entendían, pero escuchaban en silencio y con respeto.
Estaban entonces en aquel memorable concierto, mis muertos, nuestros muertos, cantando con nosotros y junto a Silvio, nuestro amigo y hermano.
(En el concierto estaba prohibido filmar, pero ¿cómo prohibirles algo a los reyes de la clandestinidad y las conspiraciones? Fue una suerte inmensa haber recogido aquellos momentos. Transcribo también la canción con que Silvio abrió el homenaje a El Salvador; más abajo los link de las canciones que estás grabadas y alojadas en Youtube ).
EXPEDICIÓN
Por Elián
Viajamos entre la tormenta,
después de la explosión de Dios.
Cada relámpago nos muestra
fantasmagóricos de amor.
A cada paso se hunde el lodo,
salta un reptil, acechan diez.
Cada segundo es como el cobro
de lo que resultamos ser.
A bordo de esta expedición
va un loco, un albañil,
un nigromante, un ruiseñor
y un beso espadachín.
Nos falta un día, un niño, un don
para sobrevivir.
Primero fuimos los heraldos
llevando buenas del Señor,
pero excedimos su mandato
cargando el peso del dolor.
Hoy somos ángeles caídos
junto al que fuimos a curar.
Temen que a nuestros propios hijos
les enseñemos a volar.
A bordo de esta expedición
va un loco, un albañil,
un nigromante, un ruiseñor
y un beso espadachín.
Nos falta un día, un niño, un don
para sobrevivir.
---
EXPEDICIÓN: Cantada por Silvio en San Salvador (También palabras de homenaje a Roque Dalton y a Roquito)
http://www.youtube.com/watch?v=FMjJ9OUcU9Y&feature=related
OLEO DE UNA MUJER CON SOMBRERO: Silvio en El Salvador
http://www.youtube.com/watch?v=h6Gcqt0Usyc&feature=related
jueves, 23 de junio de 2011
A Funes le picó una avispa durante una entrevista con La Jornada
SAN SALVADOR - Durante su reciente visita a México, el presidente Mauricio Funes tuvo una entrevista con La Jornada, diario histórico de México. La entrevistadora fue Blanche Petrich, muy conocedora de la realidad salvadoreña y centroamericana, por sus coberturas constantes al área en la época de los conflictos, guerras, y después para las posguerras.
Durante la entrevista que aparece publicada en el siguiente link: http://www.jornada.unam.mx/2011/06/22/politica/002n1pol , la colega preguntó a Funes por los casos aún sin justicia de Mons. Oscar Arnulfo Romero, Ignacio Ellacuría y Roque Dalton...
Blanche deja constancia de la reacción del presidente Funes, a continuación la pregunta en cuestión y su respuesta:
(Pregunta) –En aras de este pragmatismo, ¿hay alguna reivindicación histórica que haya tenido que dejar de lado y que le haya pesado personalmente? Por ejemplo, la justicia: caso monseñor Óscar Arnulfo Romero, Ignacio Ellacuría y sus compañeros, el poeta Roque Dalton... (Funes reacciona como si le hubiera picado una avispa.)
(Respuesta) –Éste es el gobierno que más ha hecho en ese sentido. Ninguno había pedido perdón en nombre del Estado salvadoreño por las atrocidades cometidas en la guerra. Ningún gobierno había creado una comisión gubernamental de reparación. Y nosotros la hemos creado.
Mi reflexión:
¿Por qué esa reacción de Funes? ¿Es expresión de culpa, de odio, se siente injusto?
Funes ha pedido perdón por el caso de Mons. Romero y ha dado merecedoras condecoraciones a los padres jesuitas asesinados, a la cabeza de ellos, Ignacio Ellacuría.
Pero en el caso de Roque Dalton, Funes mantiene en el gobierno a Jorge Meléndez (Jonás), uno de los tres asesinos intelectuales y materiales de Dalton. Jonás era antes Director de Protección Civil, pero recién en este mismo mes de junio, Funes lo ascendió a Secretario Presidencial para la Vulnerabilidad.
¿El presidente no estará con ello vulnerando su integridad moral y ética que dice practicar?
Durante la entrevista que aparece publicada en el siguiente link: http://www.jornada.unam.mx/2011/06/22/politica/002n1pol , la colega preguntó a Funes por los casos aún sin justicia de Mons. Oscar Arnulfo Romero, Ignacio Ellacuría y Roque Dalton...
Blanche deja constancia de la reacción del presidente Funes, a continuación la pregunta en cuestión y su respuesta:
(Pregunta) –En aras de este pragmatismo, ¿hay alguna reivindicación histórica que haya tenido que dejar de lado y que le haya pesado personalmente? Por ejemplo, la justicia: caso monseñor Óscar Arnulfo Romero, Ignacio Ellacuría y sus compañeros, el poeta Roque Dalton... (Funes reacciona como si le hubiera picado una avispa.)
(Respuesta) –Éste es el gobierno que más ha hecho en ese sentido. Ninguno había pedido perdón en nombre del Estado salvadoreño por las atrocidades cometidas en la guerra. Ningún gobierno había creado una comisión gubernamental de reparación. Y nosotros la hemos creado.
Mi reflexión:
¿Por qué esa reacción de Funes? ¿Es expresión de culpa, de odio, se siente injusto?
Funes ha pedido perdón por el caso de Mons. Romero y ha dado merecedoras condecoraciones a los padres jesuitas asesinados, a la cabeza de ellos, Ignacio Ellacuría.
Pero en el caso de Roque Dalton, Funes mantiene en el gobierno a Jorge Meléndez (Jonás), uno de los tres asesinos intelectuales y materiales de Dalton. Jonás era antes Director de Protección Civil, pero recién en este mismo mes de junio, Funes lo ascendió a Secretario Presidencial para la Vulnerabilidad.
¿El presidente no estará con ello vulnerando su integridad moral y ética que dice practicar?
lunes, 20 de junio de 2011
Conferencia única contra el cáncer y en apoyo a "Rubenia"
SAN SALVADOR - En la guerra no tuvimos amigos, éramos compañeros o hermanos. Nos cuidábamos unos a otros.
"Rubenia" era radista; junto con mi hermano Roque se encargaban de interceptar las comunicaciones del ejército. Roque murió en la guerra y "Rubenia" sobrevivió milagrosamente.
Hoy "Rubenia" está en una batalla contra el cáncer que se le presentó en forma de dos tumores en el cerebro. Cualquiera ya hubiera muerto sino fuera por él espíritu de esta nuestra hermana que no se da por vencida.
La familia de "Rubenia" lucha por salvarla, prolognarle la vida, como lo haríamos cualquiera de nosotros.
El compañero de "Rubenia", "Jacinto", se encontró milagrosamente con el dr. Alan Fumanski, colombiano, quien el 30 de junio, a las 8 am dará una conferencia magistral, en el Hotel Beverly Hill, de Santa Elena, en la que expondrá cómo él salvó su propia vida de un cáncer que le atacó.
El dr Fumanski tiene un método para luchar contra el cáncer. Acérquese Ud, escuche una conferencia magistral y de paso se solidariza con quien en estos momentos necesita de todos. "Rubenia" de joven entregó su entusiasmo, sus esperanzas y su sacrificio por un sueño que muchos compartimos y que hoy nos busca en son de solidaridad, de hermandad...
domingo, 19 de junio de 2011
El útero
SAN SALVADOR - A mi esposa le extirparon el útero el lunes pasado. Mi cuñada y yo estábamos en el cuarto del Hospital cuando llegó el médico a contarnos del resultado de la operación. ¡Todo bien!
Después de una breve explicación, nos dice: ¿Quieren ver el producto operado?
En medio de aquel lenguaje médico, quizás mi cuñada entendió que si queríamos ir a ver a Lina. Yo le respondía que no era necesario, pero mi cuñada insistió...Así que entramos a una salita y en una bandeja de plástico verde estaba envuelto en un paño celeste "el producto operatorio": el útero de mi mujer.
Nunca había visto un útero, así en vivo... Había sangre y mi cuñada, la Maru, no sabía para dónde mirar. Y a mi se me iban los ojos de curiosidad.
¡Increíble! Nos dio miles de explicaciones; el médico tocaba aquella cosa por todos lados y nos explicaba y nos explicaba...
Sólo pensaba: Hoy conozco a mi mujer más de lo que ella cree... He visto dónde realmente mis espermatozoides y sus óvulos se unieron e hicieron posible la vida de nuestros hijos: Camila y el Jey...
Quizás no hubiera sido necesario ver su útero, pero después de verlo la vida me parece más mágica que de costumbre, más increíble...
sábado, 18 de junio de 2011
Quizás ahora comience a hacer mi blog...
SAN SALVADOR - He estado desarrollando a través de este blog casi un trabajo de anunciador de artículos... Artículos, reportajes y entrevistas que hago a diario, pero nunca desarrollé lo que es el blog, en sí mismo... La acción íntima que uno hace pública por pura voluntad.
Pero supongo que hay muchas cosas que decir a diario que no es labor periodística... Quizás es tiempo para reflexiones y recuerdos...
Hace pocos días estuve en México, con mis tres hijos (Karen, Camila y Juan José "El Jey"), también con mi mamá. Fuimos a celebrar la graduación de Karen como médico cirujano. Es la primera de la familia Dalton que se gradúa en esas ciencias... Por lo general hemos sido dados a las humanísticas; quizás Karen signifique una ruptura.
Karen es menuda y de carita fina. Mucha gente la ve y dice que es más parecida a mi padre que a mí... y es cierto... Antes era soñadora, medio taciturna y le gustaba la pintura. Hoy lee libros de ciencias médicas. Ojalá que sea tan buena como su abuelo, el gran ortopeda cubano, Alfredo Ceballos.
En fin, qué alegría! Mis hijos son gran parte de mi gran alegría.
Karen estudia lo que yo quise estudiar cuando terminé el bachillerato, para por aquello de que había que parecerse al Ché, decidí estudiar periodismo para hacer una carrera corta y marcharme a la guerrilla.
No me arrepiento, pero me gustaría verme de médico. ¿Cómo hubiese sido?
Pero supongo que hay muchas cosas que decir a diario que no es labor periodística... Quizás es tiempo para reflexiones y recuerdos...
Hace pocos días estuve en México, con mis tres hijos (Karen, Camila y Juan José "El Jey"), también con mi mamá. Fuimos a celebrar la graduación de Karen como médico cirujano. Es la primera de la familia Dalton que se gradúa en esas ciencias... Por lo general hemos sido dados a las humanísticas; quizás Karen signifique una ruptura.
Karen es menuda y de carita fina. Mucha gente la ve y dice que es más parecida a mi padre que a mí... y es cierto... Antes era soñadora, medio taciturna y le gustaba la pintura. Hoy lee libros de ciencias médicas. Ojalá que sea tan buena como su abuelo, el gran ortopeda cubano, Alfredo Ceballos.
En fin, qué alegría! Mis hijos son gran parte de mi gran alegría.
Karen estudia lo que yo quise estudiar cuando terminé el bachillerato, para por aquello de que había que parecerse al Ché, decidí estudiar periodismo para hacer una carrera corta y marcharme a la guerrilla.
No me arrepiento, pero me gustaría verme de médico. ¿Cómo hubiese sido?
martes, 19 de abril de 2011
Los torturadores chillan
Por Juan José Dalton
Preámbulo: Este fue mi último escrito como columnista de La Prensa Gráfica (de El Salvador), el 28 de junio de 2002. Después me cerraron el espacio al que me habían invitado para compartir mis ideas todos los domingos (durante casi dos años). Republico esta columna porque después de nueve años tiene una vigencia increible y mis conceptos expuestos entonces no han cambiado en lo más mínimo. Pero más importante que eso: la confirmación de que El Salvador para llegar a una verdadera reconciliación necesita justicia y verdad; poner fin a la impunidad que aún se apapacha desde las altas cúspides del poder político.
SAN SALVADOR - La sentencia de un tribunal de Florida, Estados Unidos, que recientemente condenó a los generales retirados Guillermo García y Eugenio Vides Casanova, por torturas a prisioneros, provocó infinidad de reacciones en El Salvador, algunas con faltas de sensibilidad. Otros asustados, debido a su mentalidad dolarizada, por la multimillonaria suma (unos 55 millones de dólares) para indemnizar a las víctimas, según la sanción del tribunal. ¿Con cuántos millones se curarían las secuelas de las torturas? ¿Cuánto vale una vida? ¿Cómo indemnizar a un desaparecido? Estoy decididamente con los demandantes, que supieron exigir justicia en Estados Unidos amparándose en sus propias leyes; en El Salvador tenemos negado tal derecho por una infame Amnistía promulgada en 1993. Pero, lo que hicieron los demandantes Neris González, Carlos Mauricio y el Dr. Juan Ramagoza nos inyecta esperanza -a quienes fuimos torturados o tenemos asesinados o desaparecidos- al saber que habrá justicia algún día. Los demandantes fueron hechos prisioneros a principios de la década de 1980 por la Guardia Nacional (GN), cuando los generales García y Vides eran, respectivamente, Ministro de la Defensa Nacional y Director de la Guardia Nacional (GN).
«Fallos como éste que se ha dado en Florida hacen, en verdad, mucho más daño que bien», dice un desafortunado editorial de La Prensa Gráfica del 25 de julio. ¿Por qué? ¿Acaso acudir a la justicia a reclamar un derecho no es lo que nos enseña la democracia y la libertad? Los generales condenados, y muchos más, fueron victimarios conscientes. Quienes cometieron crímenes, en comparación a toda la población salvadoreña, son pocos; las víctimas somos más. ¿Por qué entonces nuestra naciente democracia tiene que estar presa de un puñado de criminales?
Los jefes militares no pueden alegar desconocimiento de los suplicios que cometían sus subalternos y de vez en vez, ellos mismos. Cuando fui capturado en Las Vueltas, Chalatenango, el 7 de octubre de 1981, un alto militar ordenó, vía radio, que no nos mataran (al dominicano Manuel Terrero, al médico Wilfredo Centeno y a mí) y que nos trasladaran a San Salvador en helicóptero. Mi hermano Roque no tuvo la misma «suerte»: tras caer herido en combate, junto a otros dos guerrilleros, fue rematado. Esas eran las órdenes: no dejar heridos. Tal vez existan casos honrosos que no cometieron crímenes, pero son pocos. De la base aérea de Ilopango fui trasladado a la Policía de Hacienda (PH), en San Salvador. Pese a que tenía una grave aún sangrante herida, por una bala que me atravesó el pulmón izquierdo y me dejó tres costillas rotas, fui torturado salvajemente. La Cruz Roja Internacional tiene registro de ello; en Estados Unidos, Canadá y Europa se conoció mi testimonio. A las celdas clandestinas se acercaron siempre los más altos jefes militares para apreciar «su trofeo de guerra»: nuestros despojos. ¿Qué de heroico tuvo la tortura, el asesinato, las masacres y los desaparecimientos? Los responsables de ello fueron cobardes. En la aflicción de la picana eléctrica y el «avioncito», amarrado de manos y pies, les pedía a mis torturadores que me mataran, pero nunca les pedí clemencia ni lloré, como ahora lo hacen los requeridos por la justicia. No obstante, jamás voy a querer la muerte ni sufrimiento que viví para quienes me torturaron ni para aquellos que asesinaron a mi hermano y a mi padre (el poeta Roque Dalton, asesinado en 1975 por extremistas de izquierda dirigidos por Joaquín Villalobos). El amor a la humanidad tuvimos como ideal en la lucha, por eso en nuestros corazones no hay odio. Lo que reclamamos es un bálsamo de esperanza para sanar heridas.
Preámbulo: Este fue mi último escrito como columnista de La Prensa Gráfica (de El Salvador), el 28 de junio de 2002. Después me cerraron el espacio al que me habían invitado para compartir mis ideas todos los domingos (durante casi dos años). Republico esta columna porque después de nueve años tiene una vigencia increible y mis conceptos expuestos entonces no han cambiado en lo más mínimo. Pero más importante que eso: la confirmación de que El Salvador para llegar a una verdadera reconciliación necesita justicia y verdad; poner fin a la impunidad que aún se apapacha desde las altas cúspides del poder político.
SAN SALVADOR - La sentencia de un tribunal de Florida, Estados Unidos, que recientemente condenó a los generales retirados Guillermo García y Eugenio Vides Casanova, por torturas a prisioneros, provocó infinidad de reacciones en El Salvador, algunas con faltas de sensibilidad. Otros asustados, debido a su mentalidad dolarizada, por la multimillonaria suma (unos 55 millones de dólares) para indemnizar a las víctimas, según la sanción del tribunal. ¿Con cuántos millones se curarían las secuelas de las torturas? ¿Cuánto vale una vida? ¿Cómo indemnizar a un desaparecido? Estoy decididamente con los demandantes, que supieron exigir justicia en Estados Unidos amparándose en sus propias leyes; en El Salvador tenemos negado tal derecho por una infame Amnistía promulgada en 1993. Pero, lo que hicieron los demandantes Neris González, Carlos Mauricio y el Dr. Juan Ramagoza nos inyecta esperanza -a quienes fuimos torturados o tenemos asesinados o desaparecidos- al saber que habrá justicia algún día. Los demandantes fueron hechos prisioneros a principios de la década de 1980 por la Guardia Nacional (GN), cuando los generales García y Vides eran, respectivamente, Ministro de la Defensa Nacional y Director de la Guardia Nacional (GN).
«Fallos como éste que se ha dado en Florida hacen, en verdad, mucho más daño que bien», dice un desafortunado editorial de La Prensa Gráfica del 25 de julio. ¿Por qué? ¿Acaso acudir a la justicia a reclamar un derecho no es lo que nos enseña la democracia y la libertad? Los generales condenados, y muchos más, fueron victimarios conscientes. Quienes cometieron crímenes, en comparación a toda la población salvadoreña, son pocos; las víctimas somos más. ¿Por qué entonces nuestra naciente democracia tiene que estar presa de un puñado de criminales?
Los jefes militares no pueden alegar desconocimiento de los suplicios que cometían sus subalternos y de vez en vez, ellos mismos. Cuando fui capturado en Las Vueltas, Chalatenango, el 7 de octubre de 1981, un alto militar ordenó, vía radio, que no nos mataran (al dominicano Manuel Terrero, al médico Wilfredo Centeno y a mí) y que nos trasladaran a San Salvador en helicóptero. Mi hermano Roque no tuvo la misma «suerte»: tras caer herido en combate, junto a otros dos guerrilleros, fue rematado. Esas eran las órdenes: no dejar heridos. Tal vez existan casos honrosos que no cometieron crímenes, pero son pocos. De la base aérea de Ilopango fui trasladado a la Policía de Hacienda (PH), en San Salvador. Pese a que tenía una grave aún sangrante herida, por una bala que me atravesó el pulmón izquierdo y me dejó tres costillas rotas, fui torturado salvajemente. La Cruz Roja Internacional tiene registro de ello; en Estados Unidos, Canadá y Europa se conoció mi testimonio. A las celdas clandestinas se acercaron siempre los más altos jefes militares para apreciar «su trofeo de guerra»: nuestros despojos. ¿Qué de heroico tuvo la tortura, el asesinato, las masacres y los desaparecimientos? Los responsables de ello fueron cobardes. En la aflicción de la picana eléctrica y el «avioncito», amarrado de manos y pies, les pedía a mis torturadores que me mataran, pero nunca les pedí clemencia ni lloré, como ahora lo hacen los requeridos por la justicia. No obstante, jamás voy a querer la muerte ni sufrimiento que viví para quienes me torturaron ni para aquellos que asesinaron a mi hermano y a mi padre (el poeta Roque Dalton, asesinado en 1975 por extremistas de izquierda dirigidos por Joaquín Villalobos). El amor a la humanidad tuvimos como ideal en la lucha, por eso en nuestros corazones no hay odio. Lo que reclamamos es un bálsamo de esperanza para sanar heridas.
viernes, 1 de abril de 2011
Si Carter usa blúmer...
Por Juan José Dalton
Testimonio sobre el éxodo de "El Mariel" en Cuba y el ingreso a la guerra salvadoreña
SAN SALVADOR – Abril de 1980, Cuba era un hervidero… La revolución sandinista recién había triunfado; El Salvador y Guatemala, se suponía, le iban a seguir.
Cuba era un mar revuelto de “masas” y había un enfrentamiento agudo entre su propia gente, dividida por ideologías radicalmente enfrentadas: la del Imperio y la de la Revolución… Divididos los cubanos, pero todos aman los versos de Martí, las tumbadoras, las cadencias de las caderas al caminar y bailar, la sensualidad de mujeres y hombres, el ron de caña, el dulce de guayaba, la carne de puerco, el congrí y las pasiones desenfrenadas a la hora de defender o entregar lo suyo.
Aquel fue el año y el mes de “El Mariel” y de mis últimos días de Universidad de la Habana.
Ya estaba todo decidido: Roque, mi hermano mayor, Roquito, que estudiaba Historia, y yo –Periodismo-, nos íbamos al frente de guerra en El Salvador.
Pero la “batalla ideológica” de “El Mariel” no me la perdí. Miles de cubanos -hombres, mujeres y niños, ancianos, negros, blancos, jabaos, indios, pobres o ricos, presos comunes liberados y funcionarios que desertaron, todos los posibles- se metieron en la embajada de Perú con el fin de pedir asilo para “escapar” de la Revolución.
En El Salvador se conocieron antes de la guerra civil tomas de embajadas, pero nunca nada igual como la toma de la embajada de Perú en La Habana en abril de 1980, cuando en Washington gobernaba Jimmy Carter.
En Miramar, y en repudio a los “asilados” se hicieron caravanas interminables: los “indeseables”, la “escoria” -como se les bautizó oficialmente-, representaban al Imperio. La “marcha del pueblo combatiente”, representaban a la Revolución.
Recuerdo que un muchacho, líder de la asociación de estudiantes de la Universidad de la Habana, se destacó en las arengas y en discursos fervorosos y encendidos contra la “escoria” y el “imperialismo”: Robertico Robaina… ¡Fue el héroe!
Se paraba en cualquier alto para gritar a viva voz la defensa de la Revolución y de Fidel. Claro lo tengo grabado en mi mente en su arenga que repetía: ¡¡Si Carter usa blúmer, Fidel los pantalones!! ¡¡Tenemo un presidente de le roncan los… pin, pon, fuera, abajo la gusanera!!
La masa enardecida le seguía la corriente en su subida adrenalina machista… La valentía era de quién tenía los cojones más hinchados…
Muchos de los que tenían carnet del partido lo rompieron y se subieron a las lanchas que llegaron al puerto de El Mariel para llevárselos a Miami. Otros que eran considerados “desafectos y sospechosos” recibían mítines de repudio en sus casas para obligarlos a irse: ¡¡Qué se vayan, que se vayan!!, pero nunca se fueron: “No quiero irme de mi país”, decían.
Las sorpresas entre los vecinos eran frecuentes: ¿Y fulano de tal, por qué no vino a la reunión? ¡Fulano de tal se fue por El Mariel!... Hasta los presos fueron sacados de las cárceles para subirlos a las lanchas con pasaje gratis directo a Miami.
Cuba, su pueblo, quedó entonces más dividido que nunca. Familias se redujeron en todas partes. Los jóvenes se fueron a probar suerte en el capitalismo.
Mi hermano Roque y yo nos fuimos a la guerra. Roque murió en combate en la ofensiva de octubre de 1981, no sabemos cómo. Su cadáver nunca apareció, pero su sueño de una patria más justa sigue en vuelo permanente y exigente. Yo sobreviví a la guerra, a las heridas y a la cárcel de la dictadura salvadoreña y a las frustraciones de la victoria a medias.
Muchos años pasaron desde aquel abril de El Mariel y el abril en que me despedí de mis amigos y amigas de la universidad habanera.
Hoy a través del Facebook he reencontrado a muchos de mis queridos hermanos de niñez y de infancia; a mis compañeros de Universidad; también amigos del barrio, de la primaria, segundaria y del pre... En cada encuentro revivo mi vida... A ellos les pasa lo mismo. ¿Tú eres diminuto Dalton? ¡¡No me jodas, te creía muerto!!¡¡Mi hermano…!! Las risas se confunden con las lágrimas de “la vida ida”, como decía el poema del Caballero de París.
Cuba atraviesa mi corazón y mi mente por todas partes… Paradojas que se dan en todas partes: aquella “escoria” que se fue por “El Mariel”, es ahora la que manda remesas y mantiene en gran parte la economía de Cuba. Lo mismo pasa en El Salvador: la pobrería se fue al Norte y por su aporte monetario constante y creciente, hasta cambiamos el billete de Colón por el Dollar.
Carter resulta ahora que no “usa blúmer” y Robertico Robaina, después de haber sido el gran canciller revolucionario, fue destronado por no sé qué desmanes que se le descubrieron.
Carter después de 31 años de aquellos tiempos llega al bastón “inexpugnable” del socialismo para pedirle a Washington abolir el embargo que nunca sirvió para un carajo; mientras que Fidel ya entregó el mando y Raúl ordena repellar los baches de la historia para ver si algún día llega la paz.
Una buena parte de mis hermanos y hermanas con los que marché en aquel caudal que repudiaba a sus propios hermanos en la embajada del Perú, hoy está en Miami, en Venezuela, en Europa, en México… Otros siguen sin querer irse de su Cubita linda.
Muchos de los combatientes con quienes comenzamos la guerra civil en El Salvador hoy resultan estar, más que muertos, olvidados.
Cuba, mi Cuba, está por todos lados… Desperdigada y herida, con frío y con calor y con la esperanza que nunca muere. Pepito, mi amiguito de infancia y juventud, ex combatiente de la guerra de Etiopía, murió alcoholizado, pobre y abandonado en el portal de un edificio inteligente de la Florida.
A nuestra generación la Revolución y el Imperio nos dieron de todo para vivir en un estado permanente de contradicción, pero no nos prepararon para conocer la paz. Tantas mentiras fueron verdades y tantas verdades hay que nunca creímos. ¿Cuánta risa hoy se nos hace tristeza? Pero... aquí estamos: somos sobrevivientes de un futuro incierto.
Visite siempre: www.contrapunto.com.sv
Testimonio sobre el éxodo de "El Mariel" en Cuba y el ingreso a la guerra salvadoreña
SAN SALVADOR – Abril de 1980, Cuba era un hervidero… La revolución sandinista recién había triunfado; El Salvador y Guatemala, se suponía, le iban a seguir.
Cuba era un mar revuelto de “masas” y había un enfrentamiento agudo entre su propia gente, dividida por ideologías radicalmente enfrentadas: la del Imperio y la de la Revolución… Divididos los cubanos, pero todos aman los versos de Martí, las tumbadoras, las cadencias de las caderas al caminar y bailar, la sensualidad de mujeres y hombres, el ron de caña, el dulce de guayaba, la carne de puerco, el congrí y las pasiones desenfrenadas a la hora de defender o entregar lo suyo.
Aquel fue el año y el mes de “El Mariel” y de mis últimos días de Universidad de la Habana.
Ya estaba todo decidido: Roque, mi hermano mayor, Roquito, que estudiaba Historia, y yo –Periodismo-, nos íbamos al frente de guerra en El Salvador.
Pero la “batalla ideológica” de “El Mariel” no me la perdí. Miles de cubanos -hombres, mujeres y niños, ancianos, negros, blancos, jabaos, indios, pobres o ricos, presos comunes liberados y funcionarios que desertaron, todos los posibles- se metieron en la embajada de Perú con el fin de pedir asilo para “escapar” de la Revolución.
En El Salvador se conocieron antes de la guerra civil tomas de embajadas, pero nunca nada igual como la toma de la embajada de Perú en La Habana en abril de 1980, cuando en Washington gobernaba Jimmy Carter.
En Miramar, y en repudio a los “asilados” se hicieron caravanas interminables: los “indeseables”, la “escoria” -como se les bautizó oficialmente-, representaban al Imperio. La “marcha del pueblo combatiente”, representaban a la Revolución.
Recuerdo que un muchacho, líder de la asociación de estudiantes de la Universidad de la Habana, se destacó en las arengas y en discursos fervorosos y encendidos contra la “escoria” y el “imperialismo”: Robertico Robaina… ¡Fue el héroe!
Se paraba en cualquier alto para gritar a viva voz la defensa de la Revolución y de Fidel. Claro lo tengo grabado en mi mente en su arenga que repetía: ¡¡Si Carter usa blúmer, Fidel los pantalones!! ¡¡Tenemo un presidente de le roncan los… pin, pon, fuera, abajo la gusanera!!
La masa enardecida le seguía la corriente en su subida adrenalina machista… La valentía era de quién tenía los cojones más hinchados…
Muchos de los que tenían carnet del partido lo rompieron y se subieron a las lanchas que llegaron al puerto de El Mariel para llevárselos a Miami. Otros que eran considerados “desafectos y sospechosos” recibían mítines de repudio en sus casas para obligarlos a irse: ¡¡Qué se vayan, que se vayan!!, pero nunca se fueron: “No quiero irme de mi país”, decían.
Las sorpresas entre los vecinos eran frecuentes: ¿Y fulano de tal, por qué no vino a la reunión? ¡Fulano de tal se fue por El Mariel!... Hasta los presos fueron sacados de las cárceles para subirlos a las lanchas con pasaje gratis directo a Miami.
Cuba, su pueblo, quedó entonces más dividido que nunca. Familias se redujeron en todas partes. Los jóvenes se fueron a probar suerte en el capitalismo.
Mi hermano Roque y yo nos fuimos a la guerra. Roque murió en combate en la ofensiva de octubre de 1981, no sabemos cómo. Su cadáver nunca apareció, pero su sueño de una patria más justa sigue en vuelo permanente y exigente. Yo sobreviví a la guerra, a las heridas y a la cárcel de la dictadura salvadoreña y a las frustraciones de la victoria a medias.
Muchos años pasaron desde aquel abril de El Mariel y el abril en que me despedí de mis amigos y amigas de la universidad habanera.
Hoy a través del Facebook he reencontrado a muchos de mis queridos hermanos de niñez y de infancia; a mis compañeros de Universidad; también amigos del barrio, de la primaria, segundaria y del pre... En cada encuentro revivo mi vida... A ellos les pasa lo mismo. ¿Tú eres diminuto Dalton? ¡¡No me jodas, te creía muerto!!¡¡Mi hermano…!! Las risas se confunden con las lágrimas de “la vida ida”, como decía el poema del Caballero de París.
Cuba atraviesa mi corazón y mi mente por todas partes… Paradojas que se dan en todas partes: aquella “escoria” que se fue por “El Mariel”, es ahora la que manda remesas y mantiene en gran parte la economía de Cuba. Lo mismo pasa en El Salvador: la pobrería se fue al Norte y por su aporte monetario constante y creciente, hasta cambiamos el billete de Colón por el Dollar.
Carter resulta ahora que no “usa blúmer” y Robertico Robaina, después de haber sido el gran canciller revolucionario, fue destronado por no sé qué desmanes que se le descubrieron.
Carter después de 31 años de aquellos tiempos llega al bastón “inexpugnable” del socialismo para pedirle a Washington abolir el embargo que nunca sirvió para un carajo; mientras que Fidel ya entregó el mando y Raúl ordena repellar los baches de la historia para ver si algún día llega la paz.
Una buena parte de mis hermanos y hermanas con los que marché en aquel caudal que repudiaba a sus propios hermanos en la embajada del Perú, hoy está en Miami, en Venezuela, en Europa, en México… Otros siguen sin querer irse de su Cubita linda.
Muchos de los combatientes con quienes comenzamos la guerra civil en El Salvador hoy resultan estar, más que muertos, olvidados.
Cuba, mi Cuba, está por todos lados… Desperdigada y herida, con frío y con calor y con la esperanza que nunca muere. Pepito, mi amiguito de infancia y juventud, ex combatiente de la guerra de Etiopía, murió alcoholizado, pobre y abandonado en el portal de un edificio inteligente de la Florida.
A nuestra generación la Revolución y el Imperio nos dieron de todo para vivir en un estado permanente de contradicción, pero no nos prepararon para conocer la paz. Tantas mentiras fueron verdades y tantas verdades hay que nunca creímos. ¿Cuánta risa hoy se nos hace tristeza? Pero... aquí estamos: somos sobrevivientes de un futuro incierto.
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miércoles, 30 de marzo de 2011
¿Imperialismo humanitario?
Por Juan José Dalton
Recién recibimos la visita de Barack Obama a El Salvador. A diferencia de otros lugares y momentos, Obama fue recibido en mi país con alegría y entusiasmo, pero sobre todo con esperanza de que al fin los salvadoreños seremos vistos como socios y como amigos de los gringos, y no como peleles o como sus enemigos.
Obama visitó el lugar donde están depositados los sagrados restos mortales de Mons. Oscar Romero, asesinado por un ex mayor de inteligencia que fue entrenado por las escuelas militares de Estados Unidos para convertirlo en "maquinaria de muerte". Obama no pidió perdón por ello... Quienes mataron a los jesuitas de la UCA también fueron entrenados por las academias gringas.
Quien manejaba un helicóptero de guerra, en medio de la ofensiva militar de octubre de 1981 en Chalatenango, y en el cual fui trasladado a San Salvador, junto a dos combatientes más después de haber sido torturados bárbaramente, era un soldado u oficial estadounidense.
Hay quienes dicen que los salvadoreños somos "anti-americanos". ¡No es cierto! Somos antimperialistas; estamos en contra el sometimiento y del menosprecio histórico que hemos sufrido de los poderosos, sean gringos o europeos... Pero no hay reconocimiento de todos estos males por parte de Washington ni de ningún otro centro de poder.
Nota: Puede apreciar aquí fotos del salvajismo del Imperialismo Humanitario, publicadas en Rolling Stone.
San Salvador - En ocasiones uno se equivoca o quisiera equivocarse y creer en la buena fé de los poderosos. Pero los poderosos no tienen buena fé.
Obama visitó el lugar donde están depositados los sagrados restos mortales de Mons. Oscar Romero, asesinado por un ex mayor de inteligencia que fue entrenado por las escuelas militares de Estados Unidos para convertirlo en "maquinaria de muerte". Obama no pidió perdón por ello... Quienes mataron a los jesuitas de la UCA también fueron entrenados por las academias gringas.
Quien manejaba un helicóptero de guerra, en medio de la ofensiva militar de octubre de 1981 en Chalatenango, y en el cual fui trasladado a San Salvador, junto a dos combatientes más después de haber sido torturados bárbaramente, era un soldado u oficial estadounidense.
Hay quienes dicen que los salvadoreños somos "anti-americanos". ¡No es cierto! Somos antimperialistas; estamos en contra el sometimiento y del menosprecio histórico que hemos sufrido de los poderosos, sean gringos o europeos... Pero no hay reconocimiento de todos estos males por parte de Washington ni de ningún otro centro de poder.
Hoy algo me confirma la duda que muchos sectores expresan hacia los yanquis. En El País y en otros periódicos europeos se han publicado fotos y videos de acciones verdaderamente espantosas que han realizado soldados estadounidenses en Afganistán, en nombre de la democracia y la libertad.
¿Cuál es entonces la diferencia con el pasado? Lo único que puedo expresar es mi tristeza frente al desengaño.
Nota: Puede apreciar aquí fotos del salvajismo del Imperialismo Humanitario, publicadas en Rolling Stone.
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