miércoles, 11 de julio de 2012

ContraPunto y cultura

Necesitamos también de una visión crítica e inteligente que nos ayude a debatir

Juan José Dalton (*)

SAN SALVADOR – Cuando nos propusimos crear ContraPunto, quizás mi apuesta mayor, más que hacer un medio noticioso y analítico, era crear un espacio cultural que en El Salvador son escasos.

Hemos hecho un esfuerzo, no siempre con atino, pero si con voluntad. Hoy tenemos el espacio y colaboradores realmente disciplinados, que semana a semana nos envían sus notas.
Ahora hemos comenzado una nueva etapa: trabajar un poco más en el reporteo de las actividades culturales y ampliar un poco más el abanico de columnistas.
Creemos que existen muchos intelectuales, viejos y jóvenes, que desean expresarse y que quizás no existen los espacios para hacerlo. Bueno, en el proyecto ContraPunto hay una posibilidad.
Por eso queremos poner a disposición, de los intelectuales y artistas salvadoreños, de los periodistas, y de todo aquel que tenga algo que decir, la páginas virtuales de contrACultura para que puedan expresarse y contribuir al trabajo de fomentar la cultura como una necesidad humana y de comunicación social.
Con plena libertad, pero con responsabilidad, abrimos nuestras páginas a los intelectuales de adentro y de afuera de El Salvador, para compartir proyectos y poemas; ideas e imágenes; sueños y nostalgias, esperanzas…
El Diario Digital contrACultura tiene secciones de Arte, Literatura, Prensa, Historia y Opinión; pronto abriremos la sección La Anécdota del Periodista, para que los reporteros cuenten sus peripecias y sus vidas azarosas.
Hoy, como nunca, necesitamos también de una visión crítica e inteligente, que nos ayude a debatir y no a incrementar la violencia. Hay quienes todo lo quieren resolver con la violencia, pero hay quienes deseamos que reine la paz sin ceder en el debate necesario y civilizado para resolver nuestros problemas.
Tomemos, pues, nuestra dosis de creatividad y sabiduría y hagamos crecer nuestra creatividad frente a la mediocridad, a la injusticia y los egoísmos que han generado la violencia de ayer y de hoy.
(*) Columnista de contrACultura