martes, 19 de agosto de 2014

El Papa abre la vía para beatificar al arzobispo Óscar Arnulfo Romero

San Salvador (19-08-2014)
Por Juan José Dalton (EL PAÍS)
El papa Francisco ha abierto la vía para la beatificación del asesinado arzobispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero, tras asegurar que no hay impedimentos en su caso y que el proceso está “en un camino normal”.
Romero, principal representante de la llamada teología de la liberación (una interpretación de la fe cristiana desde la perspectiva de los pobres), e incansable en la denuncia de la represión militar, fue asesinado en marzo de 1980 de un balazo, mientras oficiaba misa en la capilla del Hospital La Divina Providencia para enfermos de cáncer. Un francotirador ejecutó una conspiración encabezada por el mayor de inteligencia Roberto D’Aubuisson, que en 1983 fundó el partido de derecha más importante del país, Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), en el poder por 20 años. Nadie fue condenado por el crimen.
Se considera que la muerte de Romero, de 63 años, fue la gota que colmó el vaso y dio lugar a la guerra civil (1980-1992), entre el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y el Ejército, con el apoyo de Washington.
En una conferencia de prensa al regreso de su viaje por Corea del Sur, el Papa aseguró que Romero era “un hombre de Dios” y que “el proceso estaba en la Congregación para la Doctrina de la Fe, bloqueado por prudencia. Ahora ha pasado a la Congregación para los Santos y está siguiendo el camino normal de un proceso”.
Antes de asumir la presidencia el pasado 1 de junio, el mandatario salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, viajó a la Santa Sede para tratar la beatificación de Romero, a quien se conoce como San Romero de América, el defensor de los derechos humanos.
Para ser beatificado es necesario que se le reconozca el martirio o que se le atribuya un milagro. Los mártires pueden alcanzar el primer paso previo a la santidad sin que se les atribuya un milagro. Pero éste sí es necesario para la canonización.
“Lo que me gustaría es que aclarasen cuándo hay un martirio por confesar la fe —odium fidei—, y cuándo por trabajar para el prójimo como ordena Jesús”, aclaró el Pontífice. “Este es un trabajo de los teólogos, porque detrás de él hay una larga lista. Tenemos que seguir el proceso y el Señor tiene que dar una señal. Ahora, los postuladores deben moverse, porque ya no hay impedimentos” indicó.
En El Salvador, las palabras del papa Francisco han sido acogidas con alegría
“Estamos sumamente complacidos”, aseguró el ministro de Asuntos Exteriores, Hugo Martínez, “por el interés y determinación de su Santidad y muy optimistas por el nuevo impulso a esta causa”.
Romero nació el 15 de agosto de 1917 en el municipio de Ciudad Barrios, al oriente de El Salvador. Era el segundo de ocho hermanos. Su padre, Santos Romero, era el telegrafista y empleado de correos. Fue nombrado arzobispo de San Salvador, el 3 de febrero de 1977. A finales de la década de 1970 Romero desde su púlpito denunciaba las graves violaciones a los derechos humanos que cometía el ejército salvadoreño.
Un día antes de ser asesinado, el arzobispo pidió al ejército no continuar con las masacres: “Yo quisiera hacer un llamamiento, de manera especial, a los hombres del ejército. Hermanos, ustedes son de nuestro mismo pueblo. Matan a sus mismos hermanos campesinos. Y ante una orden de matar que dé un hombre, debe prevalecer la ley de Dios que dice: No matar. [...] Queremos que el Gobierno tome en serio que de nada sirven las reformas si van teñidas con tanta sangre. En nombre de Dios y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios que cese la represión”.

http://internacional.elpais.com/internacional/2014/08/19/actualidad/1408483365_818743.html

martes, 12 de agosto de 2014

El asesinato de un juez y su esposa remarca la violencia en El Salvador

San Salvador (12/08/2014)
Por Juan José Dalton (EL PAÍS)
En el oriente de El Salvador, donde están ubicados los departamentos o provincias de La Unión, San Miguel, Morazán y Usulután, las altas temperaturas dañaron este año las cosechas de maíz y gran parte de los frijoles, ambos granos básicos en la dieta diaria de la mayoría de los salvadoreños. Encima, la violencia delincuencial alza sus índices en esta zona, donde abundan los asesinatos comunes de las pandillas o maras, pero también los de otro tipo, como el sufrido por el juez Tito Nicolás García, presidente de una de las cámaras de lo penal en la región oriental.
Las autoridades confirmaron este lunes que el juez García no fue asesinado sólo; junto a él fue asesinada su esposa Teresa Navarrete, ambos mayores de 75 años de edad. Según las autoridades, el móvil del crimen es difuso. García fue estrangulado, mientras su cónyuge sufrió múltiples heridas hechas con cuchillos o puñales, de acuerdo a las primeras versiones de los policías y de los familiares que localizaron los cadáveres el domingo pasado.
El presidente Salvador Sánchez Cerén condenó enérgicamente el doble crimen y ordenó una investigación exhaustiva. Anunció que la policía y la fiscalía tenían ya en su poder a varios capturados, posiblemente los asesinos de la pareja, pero no dio más detalles por tratarse de una investigación en curso, que comenzó desde que el sábado se reportó la localización del vehículo abandonado del juez en una zona lejana del lugar de su residencia en la ciudad oriental de San Miguel.
Ataques a transportes públicos y choques entre pandillas y policías dan cuenta de la persistente situación de violencia
Precediendo este cruento suceso, así como el ametrallamiento de un autobús del transporte público de pasajeros, en el que murió una persona y dos fueron heridos, así como un enfrentamiento entre pandilleros y policías, el presidente Sánchez Cerén anunció el despliegue de la llamada Policía Comunitaria en 42 zonas de la capital salvadoreña, con el fin de reconquistar los territorios usurpados por las maras en una labor conjunta entre la autoridad policial y la ciudadanía.
El director general de la policía Mauricio Ramírez Landaverde aclaró que 21.000 agentes, más de una tercera parte del total de efectivos, fueron capacitados en la nueva estrategia de trabajo policial, que ya se ha implementado en países como Nicaragua, Uruguay, Bolivia y Perú.
Con esta acción el gobierno busca recuperar el control de territorios que con el tiempo se ha cedido a la influencia de grupos delincuenciales, especialmente a las pandillas por la falta de la presencia de la autoridad en los territorios.
“Los agentes destacados tendrán que rendirle cuentas a la gente y la misma gente va a poder controlar a los policías”, enfatizó el ministro de Seguridad y Justicia, Benito Lara.
El Salvador es el cuarto país más peligroso del mundo por sus altas tasas de homicidios, mayores de 40 asesinatos por cada 100.000 habitantes, según Naciones Unidas.

http://internacional.elpais.com/internacional/2014/08/12/actualidad/1407854444_206421.html

jueves, 7 de agosto de 2014

El padre Toño, en prisión por colaborar con las maras en El Salvador

San Salvador (06-08-2014)
Por Juan José Dalton (EL PAÍS)
 El sacerdote manchego Antonio Rodríguez Tercero ya no duerme en su habitación que está al lado de la parroquia de San Francisco, en la ciudad de Mejicanos, en el nororiente de la capital salvadoreña, enclavada en una zona de fuerte presencia pandilleril. Hoy el conocido como padre Toño, de 38 años de edad, tiene por morada una celda en la División Central de Investigaciones (DCI) de la policía después que el martes pasado el tribunal especial antimafia B le impusiera prisión provisional y su caso pasara a la etapa de instrucción, por su presunta colaboración con las pandillas o maras.
El padre Toño, también director del Servicio Social Pasionista (SSP), una organización religiosa dedicada a la prevención de la violencia y a la rehabilitación de jóvenes pandilleros, se encuentra en un verdadero aprieto. Luego de dos maratónicas audiencias iniciales de procesos penales, celebradas este lunes y martes, los juzgados antimafias A y B de El Salvador, lo enviaron a la cárcel acusándolo de introducir a prisión objetos ilícitos, como teléfonos y de colaborar con líderes presos de la mara Barrio 18.
Durante la primera audiencia, el sacerdote también fue procesado por asociación ilícita y tráfico de influencias, según especificó la Fiscalía General de la República (FGR). El juzgado especial antimafia consideró que el caso debía pasar a instrucción y decretó libertad provisional al español, que no pudo gozar porque ese mismo día se le inició otro proceso, esta vez por el delito de extorsiones.
El juzgado especializado B ordenó prisión provisional y envió el caso a instrucción para que se ahonden las investigaciones que servirían para una posible condena de varios años de cárcel para el sacerdote español.
Durante las dos largas audiencias también fueron procesados unos 75 presuntos pandilleros, que fueron enviados a distintas cárceles salvadoreñas. Los abogados del padre Toño rechazaron las acusaciones de la fiscalía y las medidas tomadas por el juzgado antimafia. Alegaron irregularidades como la no competencia del tribunal para procesar a Toño y aseguraron que apelarán ante la Cámara contra el Crimen Organizado de San Salvador. La decisión del tribunal de no permitir que la prensa nacional pudiera escuchar los alegatos de la fiscalía también fue muy criticada.
El juzgado antimafia B basó su fallo en cinco llamadas telefónicas interceptadas al líder de la mara Barrio 18, Carlos Mojica Lechuga, conocido como Viejo Lin, en las que supuestamente el padre Toño, hace gestiones en favor de la banda criminal. El religioso y sus abogados desmienten la versión. El sacerdote ha aceptado que ha tenido contactos con las pandillas, pero que lo hace en función de un diálogo para evitar la violencia. La fiscalía alega, no obstante, que los contactos evidencian comisiones de delito, como el ingreso de objetos ilícitos a los penales y abogar por el traslado de reos en cárceles de máxima seguridad a penales más flexibles.
Los acusadores apuntan que las llamadas entre Toño y el Viejo Lin involucran a funcionarios del Gabinete de Seguridad, a quienes el sacerdote habría pedido regular la intensidad de los bloqueadores de señales telefónicas en las cárceles. Todo esto, según las pesquisas, con el fin de que los delincuentes pudieran tener una mejor comunicación con sus cómplices que están en libertad y así seguir delinquiendo.
La captura y el proceso contra el padre Toño se realiza cuando hay un incremento de la violencia pandilleril. Las cifras oficiales indican que durante los dos meses de gestión del presente Gobierno, junio y julio, el promedio de homicidios se ha colocado en 11 diarios, cuando anteriormente, era de nueve.
En el anterior Gobierno de Mauricio Funes (2009-2014) se implementó una cuestionada tregua entre pandillas, que tuvo muchos mediadores, entre ellos el padre Toño. La tregua logró disminuir los homicidios diarios de 15 a 6. En septiembre de 2013 el Gobierno desconoció el proceso de la tregua entre las pandillas y los crímenes comenzaron a ascender, hasta el actual momento. El Salvador es catalogado como el cuarto país más peligroso del mundo, según Naciones Unidas (ONU), por sus tasas de homicidios mayores de 40 por cada 100.000 habitantes.



http://internacional.elpais.com/internacional/2014/08/06/actualidad/1407344527_732328.html