viernes, 28 de noviembre de 2008

Las metamorfosis del FMLN

Por Juan José Dalton (ContraPunto)

SAN SALVADOR – El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) está en un proceso de transformación política-ideológica, pero también se le avecina una transición, si es que gana las elecciones presidenciales en marzo del año próximo: de oposición histórica a partido gobernante.

Interesadamente los adversarios del FMLN tratan de establecer que no se han registrado cambios que visualicen la transformación, pero al ir a la profundidad, si existen elementos que pueden denotar el cambio.

Veamos: Antes de que el FMLN decidiera que Mauricio Funes fuera su candidato, en su seno existía un debate acerca de quién sería su figura presidenciable: entre los mencionados con más peso estaban: Salvador Sánchez Cerén, Medardo González y Salvador Arias.

Finalmente se decidieron por Funes, una persona que ha logrado un gran arrastre popular, pero aunque de izquierda, nunca militó en el partido durante ni después de la guerra civil. Nadie, ningún líder del FMLN, ni Joaquín Villalobos ni Facundo Guardado ni Schafik Handal, logró reunir tantas y tan diversas simpatías como Mauricio Funes, quien ha estado encabezando todas las encuestas, algunas con más y otras con menos credibilidad.

Si observamos al FMLN actual: Funes es el “líder”, a quien se le subordinan Sánchez Cerén y Medardo González; mientras Salvador Arias, supuestamente representante de las posiciones más “duras”, salió del juego.

Este mero hecho que ciertamente se da en el marco de una contienda electoral, es un síntoma de transformación en el seno del FMLN. Las simpatías hacia Funes se habrán de convertir en caudal político que él controlará como “líder real” y no como “líder nominal”, no sólo del FMLN, sino del movimiento creado a su alrededor, que por cierto, va más allá de “Los Amigos de Mauricio Funes”, un conglomerado de empresarios, religiosos, profesionales y ex militares, entre otros.

Esto último será otro elemento de la transformación del FMLN, por la sencilla razón de que el “líder”, que no ha sido un elemento tradicional podría demostrar –si triunfa, con mayor dimensión- que la razón, su ideología y su estrategia fueron las certeras y las que se impondrán. Ese proceso no estará ajeno a traumas entre los sectores que se queden como tradicionalistas y los que acompañen al nuevo liderazgo.

El otro elemento que sufre transformación es el ideológico. El FMLN ha estado escondiendo las palabras “revolucionarios” y “socialista”, el concepto de “marxismo-leninismo” o “comunismo”, pero en realidad la tendencia ideológica que ahora está abrazando es la de la “socialdemocracia”, en la práctica, porque su plataforma de gobierno no plantea bajo ninguna circunstancia algo que no sea el respeto al sistema vigente; lo que se propone es un cambio de modelo.

En una reciente charla con los corresponsales de medios extranjeros el candidato Funes rebatía la campaña en la cual medios derechistas aseguran que en El Salvador quien mandará será Chávez si gana el FMLN. “Me he entrevistado y he visitado a José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del gobierno de España; con Lula en tres oportunidades; con Torrijos, de Panamá; y recientemente con Cristina Kirchner, de Argentina y Michelle Bachelet, presidenta de Chile... No he visitado a Hugo Chávez. En mi gobierno quiero que se pierda la desconfianza que se han tenido empresarios e izquierda, como ha sucedido en los países que he visitado”, aseveró Funes.

Por otra parte, en esa misma charla Funes consideró que entre el FMLN, en el gobierno, y el Partido Demócrata (PD), habrá mayor afinidad en políticas de interés mutuo, como por ejemplo, en temas de migración y combate a la pobreza.

Hemos estado observando continuamente viajes de Mauricio Funes, y de los principales jefes del FMLN a países gobernados por la socialdemocracia, y no así a países considerados “comunistas”, como Cuba, Corea del Norte y China. Los líderes que viajan a Venezuela están relacionados con los negocios del petróleo.

¿Pero quién no quiere petróleo? Recientemente hemos sabido del deseo de Costa Rica de incorporarse a “PetroCaribe”, una iniciativa de Venezuela. Y por si fuera poco, “sólo en 2008, las exportaciones de petroleras de Petróleos de Venezuela (PDVSA) hacia Estados Unidos han generado un ingreso de 42.517 millones de dólares para Venezuela”, según cifras oficiales.

Nueva política internacional

En este giro en el que el FMLN está inmerso, pretende también establecer, de llegar al gobierno, una nueva política internacional que, según Sigfrido Reyes, estará enfocada en los grandes objetivos de paz y desarrollo, a través de la cooperación y el respeto del derecho internacional. “Queremos contribuir en el fortalecimiento de los organismos internacionales bajo el principio de que las naciones son soberanas”, agregó a quien se le menciona como uno de los rectores de esa nueva política.

Reyes, tildado por los medios salvadoreños como uno de los “duros” dentro del FMLN y un acérrimo crítico del gobierno, es quien estuvo presente en la Convención Nacional del Partido Demócrata (PD) cuando Barack Obama fue proclamado oficialmente como candidato presidencial de esa agrupación política.

Recientemente Reyes participó en una trascendental reunión de la socialdemocracia en México, donde se analizó la actual crisis mundial. “Nuestras relaciones con la socialdemocracia no son nuevas, recordemos todo el papel que esta corriente jugó en el proceso por lograr la paz en El Salvador”, dijo. “En la nueva etapa que estamos viviendo los vínculos con la socialdemocracia adquieren una naturaleza distinta; sin duda que es un movimiento con gran peso en la escena global, que gobierna decenas y decenas de países: España, Inglaterra, Holanda, cogobierno en Alemania y Chile, en Perú, en Nicaragua... En fin, un movimiento de amplia influencia en los asuntos globales”, explicó Reyes.

“La socialdemocracia internacional reconoce en el FMLN como su principal interlocutor en El Salvador para el impulso de una política progresista, basada en principios democráticos y en la búsqueda de la equidad y la justicia social; de un nuevo orden económico mundial, basado en el equilibrio de las naciones”, agregó.

Sigfrido Reyes explicó además que la afiliación del FMLN plenamente a la socialdemocracia será una decisión que tendrá que discutirse a nivel de los organismos de máxima dirección. “Lo que sí puedo subrayar es que hay una gran coincidencia de principios, valores y objetivos. Hay que reconocer también que dentro de la socialdemocracia internacional no todos los partidos son iguales; no podemos hablar de un estereotipo. Afiliaciones o inscripciones tiene su fase de discusión y maduración, lo que nos complace es que ese movimiento político global ve con mucha simpatía los esfuerzos que hace el FMLN por democratizar a El Salvador”, finalizó el también diputado del FMLN.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Asesinado el vicepresidente del Parlamento de Honduras

JUAN JOSÉ DALTON (EL PAÍS)
San Salvador - La vorágine de violencia que sufre la región centroamericana ha estremecido a Honduras este fin de semana. El liberal Mario Fernando Hernández, vicepresidente del Parlamento, murió el sábado a tiros en un atentado realizado a plena luz del día en el barrio de Cañadas de San Pedro Sula, segunda ciudad del país centroamericano.


A las dos de la tarde (hora local), sicarios enmascarados interceptaron con su vehículo al del vicepresidente del Parlamento y dispararon con rifles de guerra AK-47. En el atentado también murió el abogado y compañero de partido Marcio Antonio Collier y una tercera persona resultó herida.


Los testigos narraron a la policía que los asesinos, después de acribillar con más de 30 disparos la camionera todoterreno que conducía Collier —que murió al instante—, bajaron por la fuerza al legislador y le acribillaron hasta que quedó muerto en la calle.
Los sicarios actuaron rápidamente y, terminada la misión, huyeron con rumbo desconocido. Dentro del vehículo quedó herido, además de Collier, otro activista del liberalismo cuya identidad no se ha revelado, pero que sobrevivió de milagro.


La hipótesis de la policía es que el objetivo del atentado era Hernández, ya que fue al único al que sacaron del vehículo y se aseguraron de dejarlo muerto. Recibió 29 balazos, por cinco de Collier.


Éste es el cuarto político asesinado en el último mes en Honduras, que se encuentra en pleno proceso de primarias para elegir los candidatos a presidente, alcaldes y diputados.

Diputado por Cortés

Hernández era diputado por el departamento caribeño de Cortés, y formaba parte de la corriente del gobernante Partido Liberal encabezada por el presidente del Congreso, Roberto Micheletti, que busca la candidatura a la presidencia del país.

El presidente de Honduras, Manuel Zelaya, desde República Dominicana, donde había sido invitado a una actividad académica, ordenó una rápida y profunda investigación del crimen, que varios medios locales califican como político. Hernández, además de vicepresidente del Parlamento, era miembro de la comisión antinarcotráfico del Legislativo. El propio diputado había denunciado hace seis meses amenazas de muerte. En una de ellas le dejaron la cabeza de un perro en la entrada de su domicilio.

El mismo sábado fue localizado muerto el empresario hondureño Carlos Milla Castillo, quien había sido secuestrado tres días antes. Las autoridades cuentan que los familiares de la víctima negociaban con los secuestradores el pago del rescate, pero al parecer no llegaron a cerrar el acuerdo.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

La memoria de los jesuitas recorre el mundo

Por Juan José Dalton (ContraPunto)

SAN SALVADOR - Era la madrugada del 16 de noviembre de 1989. La guerrilla salvadoreña había lanzado una ofensiva que abarcaba medio San Salvador, en especial, las zonas residenciales ricas. Había que detener el avance insurgente, pero el ejército se ensañó contra seis sacerdotes jesuitas y dos de sus empleadas.

Hoy aquel crimen abominable, pese a que se haya cometido hace 19 años, es símbolo de una de las acciones más repudiables en la historia de la Humanidad. El pedido de justicia internacional, por su negación en El Salvador, ha trascendido las fronteras y ha atravesado el Atlántico hasta llegar a la Audiencia Nacional de España, donde autores materiales e intelectuales, incluido el ex presidente Alfredo Cristiani, han sido demandados.

Esta vez el Estado salvadoreño y todos sus agentes no tienen capacidad de acción: si el tribunal español acepta la demanda, los implicados van a tener que presentarse a juicio y es posible una orden internacional de captura. Otra cosa: existe un tratado entre El Salvador y España sobre la extradición, el cual fue ratificado por el ex presidente Francisco Flores, con lo cual El Salvador no tendría forma legal de evadir cualquier solicitud del país ibérico. Evadirlo sería una afrenta grande y grave no sólo con España, sino con la Unión Europea (UE).

Pero hay una interrogante inmediata: ¿Qué hará el gobierno salvadoreño llegado el caso que los acusados sean requeridos? ¿Y si la solicitud la exigencia le cayera al próximo gobierno? ¿Y si el próximo gobierno no fuera del partido ARENA?

¿Quién abrió la herida?

Refiriéndose al “Caso Jesuitas” y la demanda en España, el presidente Antonio Saca decía que con la demanda se “abrirían heridas”. Pero debemos recordar quién fue el que abrió realmente heridas y que ocasionaron la muerte.

El amanecer de aquel 16 de noviembre fue escalofriante. Los cuerpos de cinco asesinados, que yacían boca abajo y con disparos en sus cabezas, fueron encontrados en el jardín de su residencia, ubicada en el interior de la Universidad Centroamericana (UCA) "José Simeón Cañas"; otro sacerdote fue acribillado en su cuarto, así como las dos mujeres.

Ese día fueron masacrados a sangre fría los sacerdotes jesuitas Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín Baró, Segundo Montes Mozo, Amando López, Juan Ramón Moreno y Joaquín López y López; los cinco primeros de nacionalidad española y el último salvadoreño. También fueron asesinadas Julia Elba Ramos y su hija Celina Mariceth Ramos.

La orden girada desde el más alto nivel militar y en el Estado Mayor de la Fuerza Armada era liquidar al rector de la UCA Ignacio Ellacuría y "no dejar testigos", objetivo que el contrainsurgente Batallón "Atlacatl" cumplió al pie de la letra.

Desde entonces la memoria de los asesinados, o el alma -como dicen los religiosos-, recorre el mundo, como fuente de inspiración o reclamando justicia. El "Caso Jesuitas", como el "Caso Monseñor Oscar Romero" o el "Caso Roque Dalton", constituyen traumas locales que trascienden todas las fronteras, especialmente porque El Salvador vive un proceso democrático, pero los crímenes de lesa humanidad se mantienen impunes.

El múltiple crimen en la UCA, que constituye la mayor matanza que ha sufrido la comunidad jesuita en su historia, conmocionó al mundo. Washington, que era el sostén político y logístico del gobierno salvadoreño que presidía entonces Alfredo Cristiani, inmediatamente condicionó su apoyo a una investigación y a la sanción a los culpables.

Producto de ello el gobierno de turno creó una comisión investigadora que resultó en un juicio, en septiembre de 1991, en el cual fueron condenados los jefes del operativo: Guillermo Alfredo Benavides Moreno y Yusshy René Mendoza Vallecillos. El resto, siete acusados más por el asesinato, fue absuelto.

El 20 de marzo de 1993, a raíz de una amnistía general promulgada por Cristiani, los acusados fueron indultados y el caso cerrado.

Pero el 27 de marzo de 2000 el rector de la UCA, el jesuita José María Tojeira, acudió a la Fiscalía de El Salvador para demandar al ex presidente Alfredo Cristiani y al entonces ministro de la Defensa, general Rafael Humberto Larios; y a los miembros del Estado Mayor de la Fuerza Armada, René Emilio Ponce; Juan Orlando Zepeda; Francisco Elena Fuentes; Inocente Montano y Juan Rafael Bustillo.

A todos se les acusó por confabular y planear la llamada Masacre de los Jesuitas, pero el proceso dio por concluido cuando una jueza alegó que el crimen había prescrito.

La Compañía de Jesús y la UCA acudieron entonces a las instancias judiciales internacionales, es decir, a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). En la actualidad dos demandas están ventilándose en dicha instancia y una de ellas con posibilidades de llegar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

En esta situación ha estado el proceso. El Estado ha protegido a los acusados con el mando de la amnistía y de la prescripción, pese a que los tratados internacionales afirman que los crímenes de lesa humanidad son no amnistiables e imprescriptibles.

Demanda en España

La Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE) y The Center for Justice & Accontability (CJA), de Estados Unidos, ha demandado ante la Audiencia Nacional de España al ex presidente Alfredo Cristiani así como a 15 militares, entre oficiales y soldados; acusados de encubrimiento el primero y el resto de autoría directa en la masacre.

Entre las pruebas se presentan las investigaciones realizadas; interrogatorios a los querellados; el Informe de la Comisión de la Verdad (1993) y otros, como documentos los de la Organización de Estados Americanos (OEA), de Scotland Yard de Inglaterra, FBI de Estados Unidos y una investigación del congresista estadounidense Joe Mockley.

Los demandados en Madrid están acusados de crímenes de lesa humanidad; asesinato en el contexto de crímenes de lesa humanidad y terrorismo de Estado.


Esta demanda se da en un momento crucial en España, donde actualmente se están llevando a juicio crímenes cometidos durante la guerra civil española, en función precisamente de que no haya crímenes impunes.

Ese es un contexto favorable para los demandantes. La otra situación que hay que tomar en cuenta es que The Center for Justice & Accontability (CJA), de San Francisco, Estados Unidos, ha adquirido gran experiencia en juicios internacionales, como los ganados en contra de los generales salvadoreños Guillermo García y Eugenio Vides Casanova (torturas), Nicolás Carranza (asesinatos) y Álvaro Saravia (caso Mons. Romero).

No hay algo que diga que este caso no tendrá éxito, aunque lo ideal sería que el conflicto lo resolviéramos de una vez entre los salvadoreños.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Comienza el pulso electoral en El Salvador

POR JUAN JOSE DALTON (EL PAÍS)


SAN SALVADOR - La campaña electoral en El Salvador ha comenzado. El pistoletazo de salida, disparado en la medianoche del sábado, permitió que los partidos en contienda puedan comenzar a pedir el voto para unos comicios divididos en varias fases: el 18 de enero de 2009 se votará por la renovación del Parlamento y de los Gobiernos municipales, y el 15 de marzo del mismo año se celebrarán las presidenciales.



En el arranque de la campaña electoral ya se perfilan las posiciones: la derecha ha sido conservadora, mientras que la izquierda, favorita en todas las encuestas, ha mostrado un perfil renovador.


La derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), en el Gobierno desde 1989, comenzó su contienda en la población indígena de Izalco, en el occidente de El Salvador, donde tradicionalmente lo ha hecho desde 1989. Fundada en 1981 por el ex militar ya fallecido Roberto d'Aubuisson, Arena no tiene nada que ver con raíces indigenistas, sino todo lo contrario: Izalco, en la occidental provincia de Sonsonate, es el lugar símbolo del aplastamiento de una sublevación de indígenas y comunistas en 1932 por el dictador Maximiliano Hernández Martínez. La matanza se calculó en más de 30.000 personas.


Por su parte, la izquierda, representada en el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que en la actualidad abandera el "cambio", inició su campaña con una caravana motorizada de más de 4.000 vehículos que recorrieron una buena parte del país. El FMLN por lo general había inaugurado sus campañas en el centro de San Salvador, en la Plaza Cívica y frente a la Catedral Metropolitana, símbolo de luchas populares y de rebeldía contra las dictaduras militares del siglo pasado y del presente. Pero en esta ocasión, su comitiva, denominada Caravana Nacional de la Esperanza, ha sido algo novedoso.


El centro de toda la atención nacional está puesto en el periodista Mauricio Funes, candidato presidencial por el FMLN, y en el ex director de la Policía Nacional Civil Rodrigo Ávila, candidato de Arena; ambos representan las opciones de sus respectivas formaciones políticas, que han estado históricamente enfrentadas desde la guerra civil, que comenzó en 1980, hasta el momento actual.


Otras dos agrupaciones de centro-derecha también han presentado candidatos: el pastor evangélico Tomás Chévez, por el Partido Conciliación Nacional (PCN), y el ex alcalde de San Salvador Carlos Rivas, por el Partido Demócrata Cristiano (PDC).


Por ahora, la ex guerrilla del FMLN aventaja claramente al oficialismo. Más de tres millones de salvadoreños inscritos en el Padrón Electoral acudirán el próximo 18 de enero a votar por la renovación de 84 diputados de la Asamblea Legislativa (Parlamento) y 20 del Parlamento Centroamericano (Parlacen), así como por 262 alcaldes y sus consejos municipales. Los cargos elegidos tendrán una duración de tres años.


Las elecciones presidenciales serán el 15 de marzo. El ganador sustituirá al actual presidente, Elías Antonio Saca, y su mandato durará cinco años.


De triunfar el FMLN, será la primera vez en la historia que la izquierda salvadoreña llega al poder, esta vez sin intentarlo por las armas, sino con el voto popular. La derecha, no obstante, en su campaña electoral dirige todos sus ataques a los candidatos de la izquierda, a quienes califica de "comunistas y terroristas", unos adjetivos que recuerdan a la época de la guerra fría del siglo pasado.

El Salvador en la orfandad política

Por Juan José Dalton (ContraPunto)

SAN SALVADOR – En el nuevo alineamiento internacional, tras el inmenso triunfo obtenido en las urnas de Estados Unidos por el senador Barack Obama, El Salvador ha quedado huérfano y aislado, gracias a su política unilateral de alianza con el Washington dominado por los “neocons” republicanos en los últimos ocho años.

Nadie puede dudar de la incondicionalidad de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) con la administración Bush, especialmente durante los gobiernos de Francisco Flores y de Antonio Saca. Precisamente a estos “neocons” son a los que nadie quiere en la actualidad tener de cerca, ni al lado, ni detrás, ni enfrente. Son como una mofeta, hediondos y señalados como culpables de todas las crisis de la última década.

Las grandes decisiones tomadas por Flores y Saca respondieron más a los intereses de la Casa Blanca, que al de los salvadoreños, lo dicen las encuestas locales. Por ejemplo: el apoyo político y militar dado a Estados Unidos para invadir Irak, con un envío de tropas que se mantiene vigente; la dolarización de la moneda local; el Tratado de Libre Comercio (TLC) y la rivalidad con Cuba y Venezuela (extendida a las naciones del ALBA), entre otras acciones, que han caían en gracia a Washington, pero ahora serán signos de “mala suerte” para El Salvador dado que el gobierno de Obama podría llegar a arreglos y mejorar la relación con los rivales que se ha ganado Bush. El Salvador quedaría como un “sudador de calenturas ajenas”.

El presidente Antonio Saca, desde Estados Unidos, al brindar declaraciones antes del resultado electoral del pasado 4 de noviembre dijo que “sería el primero en la fila para ir a saludar al presidente electo”. Al cierre de esta edición, el mandatario electo Barack Obama no ha hablado ni respondido saludos a Saca, lo cual debiera hacer alguien a quien se considera “amigo” y aliado fiel.

Más allá de las palabras del presidente salvadoreño, los enunciados que Obama lanzó en su campaña indicaban que muchas cosas cambiarían en las relaciones entre El Salvador y Estados Unidos. Es más, la tendencia del cambio se vio venir desde que en las elecciones pasadas (noviembre de 2006) los demócratas ganaron la Cámara de Representantes y el Senado.

Veamos sólo tres aspectos: la guerra de Irak. Obama prometió desmontarla; incluso, en el Senado se opuso a tal aventura bélica. ¿Cómo no va a cambiar la relación cuando las posiciones de Obama y Saca son encontradas? Y no importa el hecho del insignificante número de soldados que El Salvador mantiene en Irak, sino el apoyo político incondicional que ARENA prestó al derrotado Bush.

El Salvador, con ese cheque en blanco regalado, es el único país latinoamericano que mantiene tropas en Irak; el resto de los integrantes de aquella Brigada Plus Ultra le dio la espalda a Bush. No por algo el presidente español José Luis Rodríguez Zapatero y Obama tienen “química” y se avizora que tendrán muy buenas relaciones. Zapatero ganó las elecciones, al igual que Obama, entre otras cosas, por oponerse a la guerra de Irak.

La otra gran situación adversa a la que Saca se tendrá que enfrentar, y por lo cual ARENA también será aislada internacionalmente, se refiere a su concepción neoliberal ortodoxa de ver la economía y la sociedad en su conjunto. Coincide el cambio de gobierno en Estados Unidos con el momento en que galopa una dramática crisis económica y financiera, de la cual se culpa al neoliberalismo.

Obama tendrá que liderar, en su propio país y en el mundo, una profunda reforma del sistema financiero internacional, lo que implicará una reingeniería de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM). La era de las desregulaciones y de la acción no fiscalizadora del Estado ha terminado.

En ese sentido, las aperturas comerciales que hicieron caer a El Salvador en la aprobación de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, sin revisar a fondo los contenidos y sin medir consecuencias, también serían revisadas por los nuevos gobernantes estadounidenses. El primer afectado será Colombia, nación con la cual seguramente no se aprobará el TLC en el congreso estadounidense.

Otra situación que afectará al gobierno de Saca con el nuevo poder en Estados Unidos será la forma en que se ha estado manejando el tema de la migración.

Mientras internamente el gobierno hace creer que sus gestiones de “amistad” con Bush resultan en acciones en beneficio de millones de inmigrantes, lo que veremos en adelante es que ningún beneficio pasado, presente o futuro ha sido posible sin el movimiento organizado de los inmigrantes salvadoreños, cuyas organizaciones están relacionadas en mayor medida con los movimiento sociales en Estados Unidos que contribuyeron al triunfo de Obama.

Después de enero de 2009 ARENA no podrá usar su presunta “buena amistad” con Washington para hacer campaña electoral a su favor, ni podría hacer campaña “sucia” con el tema de las remesas, en contra de su principal contendiente, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

El FMLN, sin comparase a los demócratas, pude usar los “vientos de cambio” a su favor. Pero analistas indican que “tendrá que ser consecuente”. Funes pregona que buscará buenas relaciones con Washington, lo cual únicamente será posible si su gestión se convierte en avances democráticos sin poner en primeros planos alianzas políticas internacionales; si vence la corrupción y la impunidad vigentes, y sobre todo, si su acción económico y social comienza a denotar un real combate contra la pobreza que detenga de una vez la ola migratoria hacia el norte.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Daniel Ortega, a examen en las municipales

POR JUAN JOSE DALTON (EL PAÍS)

SAN SALVADOR - Los nicaragüenses acudieron ayer masivamente a votar para renovar el mandato de sus Gobiernos municipales. Aunque se registraron atrasos en la apertura de algunos centros de votación e incidentes aislados con activistas que acudieron a votar con ropa alusiva a los colores de su partido, por lo que se les prohibió el sufragio, el presidente del Consejo Superior de Elecciones (CSE), Roberto Rivas, minimizó los conflictos y los catalogó de normales. Con todo, los opositores al actual Gobierno, que preside el izquierdista Daniel Ortega, expresaron sus críticas a esta institución por no permitir la observación electoral por parte de entidades nacionales e internacionales independientes.

Estas elecciones han sido consideradas por la oposición como un plebiscito sobre la gestión de Daniel Ortega, cuyo partido, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), pretende pasar a gobernar 100 o más alcaldías, incluido el intento de reelección en la capital, Managua, donde el aspirante oficialista es el ex tricampeón mundial de boxeo Alexis Argüello. El FSLN gobierna actualmente en 54 municipios.

Argüello, quien dice que, si triunfa, ganará su cuarta medalla mundial, rivaliza con el ex canciller y ex candidato presidencial Eduardo Montealegre, en representación del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), que se ha unificado a su alrededor y al que se han sumado organizaciones cívicas independientes. Montealegre, después de depositar su voto, llamó a la ciudadanía a votar masivamente contra la "dictadura de Ortega".

Pendientes del PLC y el FSLN

Las elecciones se celebraron en 146 municipios de los 153 del país, ya que se suspendieron en siete localidades de la Región Autónoma del Atlántico Norte, afectada por el huracán Félix en septiembre de 2007; estos municipios celebrarán la consulta el próximo enero. Más de 3,6 millones de ciudadanos ejercerán su voto en más de 11.000 juntas receptoras. Los resultados posiblemente se conocerán hoy.

Aunque cinco partidos están en contienda, el centro neurálgico gira alrededor del PLC (derecha) y el FSLN (izquierda); el PLC está dirigido por el ex presidente Arnoldo Alemán, actualmente en prisión domiciliaria, condenado a 20 años por graves actos de corrupción y convertido así en el único mandatario de Centroamérica que está preso por desfalco, robo y lavado de dinero.

Contingentes de la policía y del Ejército vigilan el proceso para evitar actos de confrontación entre los activistas de derecha e izquierda.

La oposición denuncia que, para incrementar su caudal político, el Gobierno de Ortega ha cerrado partidos y acosado judicialmente a organizaciones no gubernamentales y a periodistas independientes.

Nota: En la foto aparece el tricampeón mundial de boxeo, Alexis Arguello

sábado, 8 de noviembre de 2008

La tensión y la desconfianza marcan las elecciones municipales de Nicaragua

JUAN JOSÉ DALTON (EL PAÍS)

SAN SALVADOR - Después de mes y medio de una polarizante campaña, los nicaragüenses acuden mañana a las urnas para votar a 146 alcaldes. Sin embargo, un proceso que podría resultar normal en cualquier democracia, en Nicaragua, el dramatismo político actual, lo ha convertido en una elección entre el mal mayor o el mal menor.

Será la primera contienda política desde que el presidente Daniel Ortega asumió su segundo mandato, en enero de 2007, por lo que los comicios se consideran un referendo contra el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), aunque las papeletas del sufragio no contemplan pregunta alguna sobre la aceptación o no del actual Ejecutivo.

En siete municipios no se votará; son los pertenecientes a la Región Autónoma del Atlántico Norte y que fueron devastados por el huracán Félix en septiembre del año pasado. La decisión provocó protestas de las empobrecidas comunidades indígenas de la zona, que tendrán que esperar al próximo enero para elegir a sus mandatarios. Por lo demás, 3,6 millones de nicaragüenses votarán en más de 12.000 puntos del territorio, que estarán vigilados por 20.000 policías y soldados.

Aunque en los comicios participan cinco partidos o alianzas electorales, los principales protagonistas son el FSLN y el derechista Partido Liberal Constitucionalista (PLC), dirigido por el ex presidente Arnoldo Alemán, quien cumple una condena de 20 años de cárcel (arresto domiciliario) por grave corrupción. FSLN y PLC cuentan con un antiguo pacto por el cual se han repartido la institucionalidad del Estado. Aun así, en época de elecciones son encarnizados enemigos.

Las cabezas más visibles de la actual contienda son el ex campeón mundial de boxeo, Alexis Argüello, candidato a alcalde de Managua por el FSLN, que pretende noquear al empresario y ex candidato presidencial Eduardo Montealegre, postulado en la actualidad por un PLC unificado, que incluso ha tenido el apoyo de disidentes sandinistas, así como de organizaciones sociales, estudiantiles y religiosas, que creen que un triunfo del oficialismo le daría tal legitimidad que Ortega buscaría reformar la Constitución —como en Venezuela y Ecuador— para poder contemplar la reelección presidencial.

Antes del inicio de la campaña, el Consejo Supremo Electoral (CSE), dominado por el FSLN, anuló la participación de dos partidos: el Movimiento Renovador Sandinista (MRS) y el tradicional Partido Conservador (PC). La maniobra se interpretó como una "eliminación de bultos para que haya más claridad y menos confusión". La cosa no quedó ahí: organizaciones no gubernamentales y críticas con el sistema llegaron a ser acusadas de "lavado de dinero". Además, los movimientos feministas que acusan a Ortega de haber abusado sexualmente de su propia hija han sido vilipendiados y periodistas como Carlos Fernando Chamorro, director de programas de opinión en la televisión, reciben amenazas de cárcel por sus críticas.

La confrontación alcanza también a la Embajada de Estados Unidos y a las sedes diplomáticas de varios países de la Unión Europea, hasta el punto de que Finlandia ha decidido cancelar la cooperación con Nicaragua. El despotismo oficialista actual ha llevado incluso a que el organismo electoral haya decidido negar la acreditación a organismos nacionales y extranjeros para que supervisen las elecciones, algo que Ortega reclamaba cuando estaba en la oposición y se consideraba "víctima" de los fraudes y arbitrariedades de la derecha.