domingo, 26 de noviembre de 2006

El despetronke


En mi época de estudiante de bachillerato había un chiste: “¿Cómo se llama la mejor bailarina del ballet ruso?... ¡Sibrinka Sedespetronka!” y venían luego una serie de chistes, algunos con gran imaginación como el del Ministro de Salud de Viet Nam: Bo Ti Kin o perversos como el del último Rey de Marruecos: “Mamamela Amid I (Primero)”...

Bueno, el humor en ocasiones nos sirve para expresar estado de cosas o situaciones, en ocasiones muy dramáticas o trágicas. La gente usa el humor como autodefensa o para criticar a sus gobernantes incapaces o autoritarios, o con ambas características, que por lo general van juntas.

Y sino veamos lo que ha ocurrido en Estados Unidos. Desde mi punto de vista se trata del DESPETRONKE del Partido Republicano (PR), que fue arrastrado por un grupo de ultraderechistas conocidos como “neocons” –neoconservadores- que han influido en la mente del presidente George W. Bush, a tal grado que se dice que hasta su padre le ha retirado el saludo.

El concepto del DESPETRONKE es eso: algo se construye sobre bases cuestionadas, por ejemplo, las guerras y ocupaciones de Afganistán e Irak o la violación a los derechos humanos y civiles en el mundo o el apoyo incuestionable a las masacres de los israelitas contra los palestinos, entonces de pronto ¡Pum! Todo se DESPETRONKA, como le pasó a Bush el pasado 7 de noviembre.

El concepto del DESPETRONKE sólo tiene un sinónimo en el cubanismo DESCOJONAMIENTO, que sirve para ilustrar un gran desastre. Por ejemplo, cuando se cayó el socialismo y para poder explicar el contenido, consecuencias e implicaciones del fenómeno, nada mejor dicho que cuando se dijo: “¡Se descojonó el Muro!”, que era lo mismo que decir: “¡Se despetronkó el Muro!”.

Pero no siempre todo lo “despetronkado” es igual a “descojonado”. Por ejemplo: las Torres Gemelas fueron “despetronkadas”; el Partido Republicano se “despetronkó” por varias razones: perdió la Cámara de Representantes, el Senado, perdieron gobernadores y además, las elecciones en Nicarargua. O Sea, el “despetronke” es un “descojonamiento” mayúsculo.

En El Salvador estamos viviendo un “semi-despetronke” en el sistema de seguridad pública: las “maras” dominan más territorios de los que controló la guerrilla durante la guerra civil. Para comenzar, las “maras” tienen entre 30 mil y 70 mil “afiliados”, todos con posibilidades de armarse, en contraste con las tropas de la policía y el ejército, que tienen 30 mil efectivos en conjunto. La guerrilla terminó en 1992 con 7 mil hombres y mujeres sobre las armas.

Pero la “mara”, un concepto que se aplica al pandillero juvenil tatuado, ha mutado a múltiples formas de delincuencia: sistema de inteligencia (infiltraciones en órganos del Estado y control territorial); despliegue de las extorsiones a todo nivel (comercio, transporte, escuelas, familias de soldados en Irak, etc, etc). Esto sin contar con los más de 10 homicidios diarios.

Otra cosa: en medio de este “semi-despetronke”, en la que prima la impunidad, hemos conocido por medios internacionales que a la directiva general del Banco Cuscatlán, el segundo mayor de El Salvador y de Centroamérica, han recibido una orden de captura por “estafar, robar y perjudicar gravemente” a dos entidades financieras locales. Se nos ha hablado de la internacionalización de las “maras”, lo que me lleva a concluir que ya están en el sistema financiero regional y con ello sí se puede provocar un “DESPETRONKE GLOBAL”. Así que estamos a la espera.

Autor: Juan José Dalton
Fecha: 13 de noviembre de 2006