SAN SALVADOR - El trovador cubano Silvio Rodríguez, quien durante la guerra civil salvadoreña (1980-1992) homenajeó y estuvo al lado de la guerrilla, actuará por primera vez en un estadio de San Salvador. El recital será la noche del 29 de febrero y promete ser un relevante acontecimiento cultural, en un país que es de los pocos que no tienen vínculos diplomáticos con Cuba.
Silvio Rodríguez esta eufórico. Cuenta que El tiempo está a favor de los pequeños fue una forma de tomar partido por el pueblo salvadoreño en la distancia. “Decir que mi unicornio había sido visto por allá fue un ardid, la intención de hacer mirar hacia El Salvador a cualquiera que me escuchara. Ahora, aunque parezca increíble, estaré cantando en San Salvador el próximo 29 de febrero, una fecha que sólo existe cada cuatro años. Debe ser una cábala extraña que me toca por haber deseado durante mucho tiempo ir a ese país y haberme demorado tanto”.
Silvio recuerda con nostalgia a su amigo el poeta salvadoreño, Roque Dalton (1935-1975), fusilado por un grupo extremista de izquierda. Rememora cuando el cantante cubano le enseñó a Dalton la canción Qué duro ha de ser para el poeta. “Se la di a leer una mañana en la Casa de las Américas y él, que era adivino y generoso, leyó mi mente e hizo lo que yo deseaba que hiciera, porque levantó los ojos del papel dijo: ‘Carajo, Silvito, esto es poesía'.
El cantante cubano cree que el asesinato de Roque Daltón fue un golpe muy duro “no sólo para mí, que lo conocía y lo quería, también para todos los que interpretábamos la insurrección salvadoreña como una guerra de liberación”. El drama continuó con la muerte del hijo de Dalton, Roquito en 1981. “Fue otra gran amargura, que todavía me hace pensar en las miles de amarguras e incógnitas que continúan”.
Ahora ya no hay una guerra abierta en El salvador. Existen otro tipo de guerras: violencia, pobreza, corrupción. Pero estas son otras batallas. ¿Por dónde cabalga tu unicornio ahora? “Estos días creo que el unicornio perdido se nos ha acercado al grupo de artistas que estamos visitando algunas prisiones con nuestras canciones, pinturas y libros”, explica Silvio.
De todas las giras que haya podido realizar el cantante cubano en su extensa carrera, sin duda alguna, las de las cárceles cubanas están siendo de las más emocionantes. “Todavía no puedo hacer una valoración global, porque aún nos quedan algunos conciertos, pero según lo visto y lo que intuyo, pareciera ser una de las giras más útiles de toda mi existencia”. Habla de ellas como de una catarsis personal, incluso colectiva, para llegar hasta lo más profundo del ser humano.
“Han sido experiencias muy intensas. Creo que todos nos hemos salido de los reveses personales y colectivos y nos hemos lanzado en busca de lo mejor de nosotros mismos. Los reclusos y reclusas pintan y cantan con nosotros, y nuestro deseo es que esta experiencia se multiplique y sistematice”.
El cubano señala que es una acción no sólo dirigida al espíritu, porque ayuda a profundizar en la sensibilidad de todos, lo que sin dudas también se traduce en mejoras objetivas: “Ya sabemos que una canción no puede cambiar el mundo, pero también sabemos que puede ayudarnos a ser mejores”.
Cuando hablamos de Cuba, Silvio se dispara y saca la bola de cristal: “¿Qué cambios se avecinan? ¿El futuro? Hay muchas cosas obsoletas en Cuba: medidas, leyes, instituciones. O sea que son muchos los cambios que hay que hacer. Pero creo que habrá que hacerlos con orden, con serenidad, para que las transformaciones no signifiquen una debacle”. También enfatiza en que Cuba es un país sitiado y que esa adversa singularidad le hace consustancial de cuanto ocurre. “La sociedad está empujando al Estado a liberar las fuerzas productivas. Y eso estoy convencido de que habrá que hacerlo porque, como diría mi amigo Eduardo Aute, ‘nos va la vida en ello’. Silvio arrancará su gira den-tro de 20 días por Guatemala, El Salvador y Nicaragua (después de 20 años de no estar en ese país). (Publicado en EL PAÍS, de España: www.elpais.com ).
Autor: Juan José Dalton
Fecha: 31 de Enero de 2008.