viernes, 16 de enero de 2009

Alto a la guerra 17 años después en El Salvador

Por Juan José Dalton (EL PAÍS)
SAN SALVADOR - El Salvador puso fin hace 17 años a una cruenta guerra civil que duró 12 años y dejó un trágico saldo de casi 80.000 muertos. La paz, que fue posible por la intermediación de Naciones Unidas (ONU), posibilitó un todavía irregular proceso democrático, el cual a estas alturas podría dar un vuelco histórico si en las elecciones presidenciales del próximo 15 de marzo triunfa el candidato favorito en las encuestas, Mauricio Funes, aspirante por la ex guerrilla izquierdista del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). El punto de partida de estas cruciales elecciones comienza este mismo domingo, cuando más de cuatro millones de salvadoreños están convocados para elegir alcaldes y diputados.

El Acuerdo de Paz de Chapultepec, firmado en México el 16 de enero de 1992 entre el Gobierno y la guerrilla, tenía como objetivo fundamental reconciliar a la sociedad, instaurar un sistema de respeto sin límites a los derechos humanos y desmontar el conflicto bélico. Sin embargo, quedaron secuelas de la guerra y debilidades institucionales aún sin superar que en la actualidad hacen de El Salvador la nación más violenta de Latinoamérica por sus tasas de homicidios -más de 55 por cada 100.000 habitantes-, producto del armamentismo, las maras y la impunidad judicial.

"Este 16 de enero se da en un contexto electoral polarizado, tenso, de esperanzas y de cambio", asegura el ex comandante guerrillero Roberto Cañas, uno de los negociadores y firmantes de la paz, quien exhorta a los salvadoreños a no convertir los acuerdos de paz en "recuerdos de la paz", sino a rescatar la memoria y el sentido de la lucha que se protagonizó en la década de 1980.
Cañas también llama a reivindicar a todos los lisiados de la guerra de ambos bandos en contienda y de los civiles, más de 40.000, y cuyo estado actual es calamitoso debido al abandono y al poco reconocimiento social que tienen como veteranos de guerra.
Deudas pendientes

Después de 17 años, El Salvador construye con altibajos su democracia. El español Luis Yáñez-Barnuevo, encargado de la observación electoral de la Unión Europea (UE), ha criticado a los salvadoreños por centrar su debate político en conceptos ya desaparecidos en el mundo. "A veces, en determinados momentos, veo un debate que parece de hace 50 años: el debate comunismo-anticomunismo, como paradigma del siglo XX, que procede de la guerra fría, es algo que ha desaparecido en el resto de los países", dijo el funcionario internacional en una entrevista al medio digital El Faro.

Los cambios que se den en El Salvador gracias al proceso electoral determinarán o incidirán también en el rumbo político general de la pacificación. Pero este proceso tiene deudas pendientes, especialmente las referidas a los crímenes de guerra cometidos durante el conflicto y el impulso de un modelo socioeconómico que supere la histórica pobreza que afecta a más de la mitad de los salvadoreños. Precisamente una de las causas del inicio de la guerra civil en 1980, según el politólogo local Óscar Fernández.