martes, 2 de septiembre de 2008

Alex Segovia: Cambiar la forma de gobernar




Por Juan José Dalton (ContraPunto)

SAN SALVADOR – Alex Segovia no vivía en El Salvador desde hace algún tiempo. Destacado economista, con estudios en las universidades inglesas de Oxford y Londres, estuvo involucrado en planes de reconciliaciones en Guatemala, Perú y en Colombia. Hoy es el asesor económico de la Campaña de Mauricio Funes y dice que uno de los cambios que éste haría, si gana las elecciones, estaría encaminado a modificar “la forma de gobernar”.

Segovia habla muy claro de las perspectivas de un gobierno encabezado por Funes, al que considera su amigo y con quien comparte las ideas principales de lo que El Salvador necesitaría en caso de triunfar en las elecciones del 18 de marzo de 2009, que sin duda serán trascendentales.


Funes, periodista con más de 30 años de experiencia especialmente en los medios televisivos, escogió a Alex Segovia como su asesor para temas económicos y sociales. Segovia es uno de los artífices del programa de gobierno que recién han asumido Funes y el partido izquierdista FMLN. ¿Pero qué significa el cambio? ¿Hay algo a qué temer? Claro, todos los cambios provocan dudas y temores.


Segovia es un experto en la “mediación”. En sus manos descansarán muchas decisiones de los posibles nuevos gobernantes. Y la palabra clave será la “negociación”, desde su punto de vista. No cabe duda que la “negociación” será también a lo interno del gobierno y del FMLN, partido acostumbrado a las imposiciones y con lastres ideológicos autoritarios. Pero tampoco será fácil frente a una derecha empresarial que ha estado en el gobierno históricamente desde que se fundó la República.


¿De llegar Mauricio a la presidencia cuáles serán los cambios fundamentales que se harían inmediatamente?


“Dos cambios fundamentales: el primero es un cambio en la forma de gobernar. Una cosa que he criticado muchísimo en los gobiernos de ARENA es la forma autoritaria de hacer políticas públicas. Esa forma en la que no se consulta con la gente ni con los sectores afectados; al final las medidas de imponen”.


¿Ejemplo de ello...?


“Hay muchísimos. Desde la dolarización hasta el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Hay medidas fundamentales y de impacto de mediano y largo plazo. Esas medidas deben discutirse porque las implicaciones son sumamente graves. En los últimos 20 años hemos visto una forma de hacer política por imposición, lo cual nos está llevando a que se conviertan en políticas de gobierno y no de Estado. El cambio entonces en este aspecto será radical, porque vamos a dialogar y concertar las medias de política pública”.


Será muy complicado ante la falta de costumbre de concertar...


“Será muy bueno. Aquí hay una crisis acumulada de problemas. A esta crisis se le ha venido una crisis coyuntural derivada de choques externos y en ese sentido, la situación que va encontrar el próximo gobierno es tan complicada que un sector por sí solo no va a poder resolver los problemas de manera seria, a menos que un gobierno se dedique a administrar crisis. Pero si un gobierno quiere hacer cosas distintas necesita concertar y llevar a cabo políticas públicas con gran respaldo social”.


¿Cuál sería el segundo cambio?


“Lo segundo es establecer las prioridades. Para quién gobernar. Mauricio creo que ha sido contundente en decir que va a gobernar para todos los salvadoreños. Ha dicho que a los únicos a los que hay que darles una opción preferencial son a los sectores más pobres y marginados”.


Pero esto siempre se dice...


“Claro, pero ARENA no ha gobernado para los intereses del país, sino en función de élites y grupos, y en ocasión en función de personas”.


¿Cómo va a poder gobernar bien si se afectará a los que han tenido hasta ahora todos los privilegios?


“Precisamente, una de las prioridades será desmantelar la política de privilegios. Esto es una demanda de los mismos empresarios que nos han dado muchos ejemplos. No se trata de quitar los incentivos a los empresarios grandes. No estamos hablando de eso. Sino erradicar esa práctica, dentro del gobierno y fuera de él, de utilizar al Estado para sacar provecho y para tomar ventajas en el mercado frente a otros empresarios”.


Ejemplo...


“Por ejemplo, una licitación del Estado que no se da de manera transparente, sino que se da a un amigo o a un pariente. Esos son privilegios. O ponerle límite a importaciones o exportaciones para beneficiar a una empresa local que tiene nexos con el gobierno. Eso es economía de privilegios”.


¿Pero puede haber acuerdos nacionales en este tema?


“Se puede, hay un ambiente bueno. Recién estuvimos con dos cámaras empresariales y sorprendentemente, en términos positivos, ambas cámaras están proponiendo la necesidad de llegar a pactos nacionales. Lo que pasa que para llegar a ello se necesitan dos condiciones que los gobiernos de ARENA no han tenido. En primer lugar, ser democráticos. Uno está dispuesto a hacer pactos cuando está dispuesto a dialogar, a ceder, tomar en cuenta la opinión de los demás. Pero cuando no se tiene esa convicción y tenés una agenda oculta, los pactos hasta te estorban. Lo otro es poner los intereses nacionales antes de los particulares”.


Siempre habrá conflicto


“Claro, en toda sociedad siempre hay conflictos. Pero ese no es el problema, sino que existan métodos institucionales para redimir esos conflictos. Entonces, hay que crear institucionalidad y una forma metodológica para llegar a acuerdos. Creo que sí se puede. Es más, insisto, los sectores empresariales, profesionales y académicos están pidiendo acuerdos”.


(En próxima entrega Alex Segovia se referirá al tema fiscal)