Por Juan José Dalton (ContraPunto)
SAN SALVADOR – Crisis internacional, crisis local, polarización y el favoritismo electoral hacia la oposición, configuran por primera vez en la historia salvadoreña la posible llegada de la izquierda al gobierno. “Todos los astros se han alineado en contra del presidente Antonio Saca”, dice el destacado economista salvadoreño Carlos Acevedo.
Saca dejará El Salvador “en el peor de los escenarios” concluye Acevedo, quien es un amplio conocedor de la economía local y regional; entre otras actividades académicas y profesionales, también forma parte del equipo que elabora el Informe de Desarrollo Humano de El Salvador, con los auspicios del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Sus apreciaciones no son “catastróficas” ni “soñadas”: son realistas y mesuradas. Esta fue la conversación sostenida entre el destacado economista y ContraPunto, acerca de la realidad del país, la crisis internacional y las perspectivas locales.
¿Cómo ves el panorama económico local y la influencia de la crisis mundial?
“Hay un fenómeno interesante. Por un lado, todo el mundo dice que la crisis en Estados Unidos es la peor en los últimos 100 años. Uno de los ex presidentes de la Reserva Federal, Paul Volcker, ha dicho que esta es “la madre de todas las crisis”, al parafrasear una famosa frase Sadam Husein. Pero lo interesante es que no ha golpeado tan fuerte la economía real de Estados Unidos. Por ejemplo, la crisis de 1929 provocó aquello que se le llamó la gran depresión. Hay dos factores que han amortiguado la crisis financiera: uno es que al debilitarse el dólar, las exportaciones han mejorado y el segundo factor es la respuesta muy agresiva de la Reserva Federal y de otros bancos como el europeo y el japonés, para inyectar fondos y contener la crisis.
Con respecto a El Salvador, sucede algo parecido. Uno esperaría que por el cordón umblical que nos une a Estados Unidos, pues, deberíamos estar muy golpeados, pero no lo estamos tanto...”
¿Por qué?
“Bueno, porque El Salvador ha tenido su pequeño amortiguadorcito, que ha sido el crecimiento de las exportaciones y del flujo de remesas, aunque estas últimas se han desacelerado en su crecimiento y en agosto observamos que no hubo crecimientos”.
¿Cuáles son los factores más negativos?
“Hay un factor que está causando daño y potencialmente puede causar más daño: es la inflación y el golpe sobre la canasta básica alimentaria, que te da la línea de la pobreza y por lo tanto la medición de la línea de pobreza. Yo estimo que la pobreza este año va a subir mínimo un 40 por ciento, que es la tasa de pobreza de hace 10 años”.
Todo esto es sorprendente porque oficialmente hay una vanagloria sobre la macroeconomía. Pero vemos que hay crecimiento de la inflación...
“Bueno, oficialmente se dice que la inflación está en 9.9, que es 10, es decir, una inflación de dos dígitos. Pero hay que ver: el componente de alimentos de la inflación andaba en 17,5 por ciento en agosto, que son records históricos que no se veían desde hace 15 o 20 años. Estas son cifras oficiales, que mucha gente duda que sean representativas de la inflación real, pero aún con las cifras oficiales tenemos records históricos. La inflación de la canasta básica urbana andaba en junio en 25 por ciento, con respecto a junio del año pasado. Probablemente en julio y agosto haya subido más pero no se han publicado las cifras. Supongamos que haya subido el 30 por ciento... los ingresos no han subido el 30 por ciento, entonces ahí tenés una medida de cómo se han disparado las tasas de pobreza”.
Cuando hay crisis en El Salvador hay huída hacia Estados Unidos, pero habiendo crisis también en Estados Unidos, ¿hacia dónde va la gente?
“Bueno, no tenemos datos precisos de los flujos migratorios, sino anécdotas. Mi impresión a partir de evidencias anecdóticas es que se está yendo menos gente hacia Estados Unidos. Probablemente la gente de allá le dice a los de acá que la situación está complicada, no hay empleo, que están ganando menos. Pero no sabemos todavía qué dimensión tiene ese fenómeno. Pero un indicador del empleo y de los flujos migratorios allá son las remesas. Ya en agosto comenzaron a caer...”.
Hay noticias alarmantes en las que se dice que habrá iliquidez o que ya existe en El Salvador...
“Eso es grave, desde el punto de vista macroeconómico. La situación de iliquidez que tiene el gobierno en este momento se refleja, por ejemplo, en cuestiones básicas como el no pagarle el subsidio a las gaseras ni a las distribuidoras de energía. El ministro de Hacienda dice que se va a pagar y el presidente de CEL –compañía de energía- dice que no tiene para pagar el subsidio. Los datos que tenemos nos dicen que lo que el gobierno estaba pagando por subsidios es un dinero que ahora no tiene disponible. Están viendo cómo colocan LETES, pero no ha sido fácil”.
¿Qué significaría eso a mediano o largo plazo?
“Bueno, indica que el gobierno no tiene fondos para terminar esta gestión. Andan desesperados viendo cómo consiguen fondos para poder terminar. Hay que aclarar que el principal contribuyente de esto es el precio del petróleo; el desbalance del gobierno está muy atado a los subsidios y los subsidios están atados al precio del petróleo. La situación no es sencilla: necesita unos 500 millones de dólares para pagar los LETES que van a vencer y otros 500 millones de dólares para pagar subsidios”.
¿Todo esto se pudo haber previsto?
“Creo que lo del precio del petróleo no. Pero el esquema de subsidios que tiene el gobierno de El Salvador está mal diseñado. Al dispararse el petróleo, hizo insostenible los subsidios. Si estos estuvieran focalizados, como deberían estar, aunque se hubiera disparado el petróleo, el impacto fiscal no hubiera sido tan fuerte como ahora”.
¿Cuáles son las posibles soluciones al tema de la iliquidez?
“En el corto plazo sería negociar un acuerdo de préstamo. Tendría que ser un acuerdo bipartidario (requiere de los votos de los diputados de ARENA y del FMLN), para negociar un acuerdo con el BID o el Banco Mundial (BM). Esto implica incrementar el nivel de la deuda y compromisos, que a largo plazo pasaría por el famoso Pacto Fiscal que se necesita”.
¿Qué posibilidades hay de un acuerdo, tomando en cuenta que estamos en campaña electoral?
“Parece un poco difícil, sobre todo porque aparentemente el gobierno está logrando amarrar un financiamiento con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Hace como un mes o mes y medio el BCIE invirtió como entre 200 y 250 millones de dólares en LETES de El Salvador. Parece que ahora el BCIE o a través de un fideicomiso del BCIE compre otra cantidad igual. Eso le daría al gobierno un cierto respiro; sino otra salida sería que coloque los LETES en el mercado doméstico, pero creo que no los quieren comprar. Más bien, buena parte de los LETES que están a punto de vencer, lo que quieren es que les devuelvan el dinero. Entonces, si el gobierno no tuviera la opción del BCIE, tendría más incentivo para negociar con el FMLN, ya que éste estaría más interesado en negociar un acuerdo de refinanciamiento externo, porque ven con más seguridad su triunfo en las elecciones y la mayor parte de ese dinero entraría a la gestión de Mauricio Funes”.
¿Acerca de la gestión del actual, como dejará el presidente Antonio Saca al El Salvador?
“Bueno, empiezo con la tasa de pobreza. La de 2007 fue de 34,6 por ciento, la misma tasa de pobreza con la que entró. Y una de las banderas de la gestión es: ¡Estamos reduciendo la pobreza! Resulta que la situación se le ha revertido porque este año vamos a terminar con una tasa de 40 ó más. Mi opinión personal es que no todo es responsabilidad del gobierno, sino que se le están alineando todos los astros en contra; un poco como a (George W.) Bush, que se le ha venido toda esta crisis encima y se le pasa la factura a quien está en el poder.
Saca también va a entregar un país al borde de la quiebra fiscal (cuando entró la situación no era tan crítica como ahora); va a cerrar con una tasa de crecimiento similar con la que comenzó, cuando ya se observaba cierto crecimiento. Macroeconómicamente el país está muy golpeado con una inflación de dos dígitos. Creo que si el gobierno hubiera asumido una actitud de mayor concertación, para lograr un pacto fiscal, hubiera mitigado esta crisis”.
Esos astros alineados en contra de Saca benefician a la oposición…
“Ciertamente, creo que la situación económica está totalmente a favor de Mauricio Funes (FMLN); puede aprovechar la situación de crisis para presentar una propuesta alternativa de gestión de política económico-social”.