Graffitis de las maras en San Salvador |
San Salvador (28 de abril de 2014)
Por Juan José Dalton (Comentario de opinión)
Cómo dice el dicho popular "la cosa está color de hormiga". La violencia en El Salvador toma cada vez niveles más sofisticados. Los homicidios van en alza, pero además otros múltiples delitos como los robos que algunos ya ni siquiera denuncian. Hurtos y extorsiones al por mayor... Y la sociedad acostumbrándose a la violencia, como un síntoma del Síndrome del Stress Post Traumático que vivimos.
En medio de la escalada de violencia de las pandillas y de otros grupos criminales, han surgido varias iniciativas para relanzar los diálogos sociales, en los que se debe contemplar la presencia de las maras, en el entendido de que este es un fenómeno social abandonado por años y décadas.
Desde mi punto de vista estas iniciativas están bien, pero tienen que acuerparse. Hay una experiencia con la "tregua mara", que debe ser sistematizada y de la cual sacar experiencia. La "tregua mara" ha sido el único proceso, por más críticas que pueda tener, que ha reducido la criminalidad letal, pero sin duda adoleció de generalidad y transparencia.
Hay oportunidad en el próximo período de establecer un proyecto más consolidado, son las presiones que en la actualidad se le han volcado para quererle heredar un esquema ya preestablecido. Lo más probable que el próximo gobierno tenga sus propias proyecciones, pero habría urgencia de darlas a conocer o de al menos indicar que el nuevo plan se montará a partir del 1 de junio con las nuevas autoridades y sus nexos sociales.
Por otra parte, en los pasillos del nuevo poder se maneja que en el próximo gobierno, en el sistema de seguridad, no estarán ninguno de los actuales máximos jefes del gabinete: ni ministro, ni jefe de la PNC, ni jefe de la OIE y ministro de la FFAA... ¡Pero el anuncio lo hará el Profesor!