San Salvador (03/03/2014)
Por Juan José Dalton
En El Salvador se vive actualmente un
ambiente de deshielo político. Desde que fue proclamado el presidente electo
Salvador Sánchez Cerén, el clima de incertidumbre comenzó a menguar y las
piezas del ajedrez político a retomar su lugar.
De manera pública se apreciaba que la
confrontación entre ARENA-FMLN era intensa, pero después se ha sabido que desde
el siguiente día del las elecciones y cuando se vio la ventaja del FMLN sobre
ARENA, ya se estaban buscando los contactos para entendimientos. Lo cierto es
que ambos partidos son en el terreno político clave las cuatro patas del gato.
Sin embargo existen situaciones más
fundamentales: encuentros entre altos líderes empresariales y la fórmula
ganadora. Quizás nunca se conozca de estas reuniones privadas pero han sido una
realidad y han contribuido a la distensión nacional.
No en balde ARENA y ANEP reconocieron (a
regañadientes) a la fórmula electa y en próximos días empezarán los diálogos
con sus representantes y con los máximos jefes del FMLN.
Es decir, en esencia los poderes reales del
país se han reconocido como tales y comenzará una nueva etapa en la vida del
país. Ojalá esta distensión, o deshielo, dure un tiempo prudencial y cambiemos
la forma de hacer política en El Salvador.