El presidente electo Salvador Sánchez Cerén. / J. C. (AFP) |
Por Juan José Dalton (El País)
El presidente electo de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, aseguró este lunes que en la próxima visita que hará a Tegucigalpa, Honduras, conversará sobre la isla Conejo con el que será su homólogo a partir del próximo 1 de junio, Juan Orlando Hernández. Ambas naciones consideran al pequeño islote, ubicado en el Golfo de Fonseca, como su propiedad y la disputa mantiene la “tensión en alto” entre los dos pequeños países centroamericanos.
La visita a Tegucigalpa de Sánchez Cerén será la semana que viene. El mandatario electo también viajará a San José, Costa Rica, como parte de una gira que el presidente electo ha iniciado por la región centroamericana, como muestra de voluntad en la integración de la región, según sus propias palabras.
El exguerrillero, que será el próximo mandatario salvadoreño a partir de junio venidero, dijo que comparte la posición expresada por el gobierno actual. Explica que el tema de isla Conejo “es un tema que se debe analizar en el proceso de integración centroamericana, hay un compromiso de El Salvador, Honduras y Nicaragua de convertir la región en una de desarrollo y de paz y que además ninguno de los tres países hará decisiones sobre esa zona de forma unilateral”.
Sánchez Cerén aseguró que “Honduras dio un paso sin consultarlo con El Salvador ni Nicaragua”, en referencia a que recientemente el gobierno hondureño construyó un helipuerto-muelle en isla Conejo, al mismo tiempo que sus autoridades han declarado que en dicha zona desarrollarán el turismo, además de reivindicar que el islote de menos de un kilómetro cuadrado es “100% hondureño”.
El futuro mandatario salvadoreño recalcó que “hay información en la que queda claro que la resolución de La Haya no incluye a la isla Conejo, por lo que la isla es salvadoreña y eso mantenemos” y luego recalcó que en “la reunión con el presidente de Honduras abordaremos la situación con un enfoque que no violente los mecanismos diplomáticos… Veremos cómo avanza el tema de aquí a junio (cuando asuma el gobierno) para definir cómo afrontaremos el tema, pero respaldo la posición del gobierno como vicepresidente”.
La posición del actual gobierno salvadoreño es la que fue expresada por el presidente Mauricio Funes el pasado 24 de marzo de 2014, en la que presentó una “enérgica protesta” en una carta enviada al mandatario salvadoreño en la cual le solicitaba la “desocupación inmediata” de la isla salvadoreña de Conejo, lo que Honduras consideró como “impertinente”
Sin embargo, en consonancia con una visión nada hostil, el canciller de El Salvador, aseguró recientemente que “se descarta el uso de la fuerza” para resolver cualquier problema con el vecino país. “No hay que dar cabida a una visión militar bélica”, aseveró el jefe de la diplomacia salvadoreña, Jaime Miranda.
“Una guerra, eso ya no puede ser, ya no estamos en la época en que existan algunas intenciones, algunas personas interesadas…, debemos de buscar formas de entendernos”, señaló Miranda, quien recordó que en 2008, El Salvador, Honduras y Nicaragua, firmaron una declaración para mantener al Golfo de Fonseca como una zona de paz y desarrollo.
El Salvador y Honduras se enfrascaron en una guerra territorial en 1969 por temas fronterizos que el tribunal internacional de La Haya resolvió salomónicamente, entregando a ambas naciones parte de los territorios reclamados, y en cuyo fallo no se contempló en ningún momento a Isla Conejo.
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/04/01/actualidad/1396317858_626513.html